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Ser líder no es sinónimo de ser un alto cargo. Pero, un alto cargo sí debería ser líder y esto, no siempre pasa. La realidad es que cualquier profesional, independientemente del puesto o ámbito que trabaje puede ser líder. El liderazgo es una habilidad que se trabaja y con un poco de esfuerzo se puede lograr. Por ello, te voy a dar las claves para aumentar tu liderazgo en la empresa.aumentar tu lidezargo

Un líder es la persona que motiva a los trabajadores para que alcancen sus metas profesionales y las de la empresa. Lo lógico, es que sea el directivo el que guíe a su equipo, lo cuide y sepa sacar lo mejor de ellos. Pero no siempre esta condición se da, y son los propios trabajadores los que asumen ese rol, porque tienen el carisma necesario para hacerlo.

Tener la habilidad de ayudar y sacar los mejor de tus compañeros es algo que se puede trabajar. Pero, ten claro que un líder no es solo una persona que da órdenes, si no que se convierte en el ejemplo andante de lo que busca en los demás. Es decir, debes actuar y hacer lo mismo que pretendes que hagan los demás. A predicar con el ejemplo.

Aumentar tu liderazgo en la empresa es posible, te recomiendo seguir estas claves para lograrlo

  • Céntrate en lo importante

Saber priorizar y centrar la atención en lo que se requiere son habilidades que se requieren para ser líder. Una persona organizada que tiene presencia y se implica de manera coordinada en las tareas, es una persona disciplinada. Para organizar a los demás primero debes saber organizarte tú mismo.

  • Genera confianza en tus relaciones

Ser un buen líder es cuestión de generar confianza en las relaciones que mantenemos con las personas. Si la gente no confía en ti no va a dejarse guiar. Por ello debes interactuar más con los demás con la intención de llegar a poder confiar y que confíen en ti. Piensa que las relaciones basadas en la confianza se mantienen hasta en las situaciones más difíciles.

  • Ayuda a los demás en su crecimiento profesional

No te centres solo en ti. Tu crecimiento profesional es muy importante, pero intenta siempre que puedas favorecer el crecimiento de los demás. Tus compañeros no son tu competencia, sino tus aliados y si has creado el vínculo adecuado con ellos, lo verán también de esta forma. La empresa es un conjunto, cuanto más prosperen ellos, más lo harás tú y eso es lo k hace un líder.

  • Enfréntate a los problemas

Tu carisma ya de por sí te hace líder, pero saber enfrentarte a problemas y decidir cómo afrontarlos te hace un líder efectivo. Toma las riendas con decisión. Los problemas no se solucionan solo y ahí estas tu para ponerles remedio.

  • Escuchar es importante

Centrarse solo en lo que uno piensa es un error. Un líder escucha las opiniones de los demás, en el caso de no hacerlo es muy probable que fracase. Las sugerencias, quejas, críticas y dudas deben ser escuchadas y tenidas en cuenta.

  • No dejes las cosas al azar

La formación es la mejor protección cuando surgen cosas imprevistas. Es, en estas circunstancias cuando más hace falta un buen líder. Se previsor, estar preparado por si surgen imprevistos hará que tomes el mando cuando haya que enfrentarse a ellos.

  • Se agradecido

Saber expresar gratitud hacia los demás es un aspecto esencial en el desarrollo del liderazgo. Agradecer cuando los demás hacen cosas por ti, valora el esfuerzo que los demás han hecho para hacerte bien. Agradecer es importante un buen líder lo hace.

Ser líder requiere de muchas cosas, pero si estás dispuesto a hacerlo, ese es el primer paso para lograrlo. Con estas claves verás cómo aumentar tu liderazgo en la empresa. Está claro que hay que trabajar muchos aspectos, pero con un poco de esfuerzo lo conseguirás.

aumentar liderazgo

En algunas ocasiones he mencionado ya en el blog que no todos los líderes son directivo; ni todos los directivos son líderes, aunque deberían serlo.

Un directivo con capacidad de liderazgo no solo da órdenes, sino que con su actitud y sus acciones da ejemplo de lo que quiere ver en sus trabajadores y/o colaboradores.

Decía al principio que no todos los líderes son directivos porque, independientemente de su trabajo o puesto, cualquier profesional puede ser líder: por su comportamiento con sus compañeros de trabajo, por su capacidad para mejorar el entorno laboral, por sus habilidades, etc.

A través del post de hoy quiero daros algunas claves para aumentar el liderazgo en vuestra empresa. ¡Vamos allá!

Pon tu atención en lo realmente importante

Prioriza. Analiza o haz un recorrido por tus actividades y establece un orden por importancia… Entonces, intensifica tu atención en las más importantes.
No quiero decir que apartes o dejes las que debes hacer en el momento, aquí, debes tener tu presencia y llevarlas a cabo.

Para conseguirlo, necesitas disciplina contigo mism@ y mucha constancia. Con estos dos ingredientes, lo conseguirás.

Genera confianza

Las relaciones basadas en la confianza se mantienen hasta en condiciones difíciles. Cada interacción favorece los lazos entre ambas personas, y esto es saludable en aras de incrementar la confianza. Un líder inteligente alimenta sus relaciones oportunamente.

Escucha activa

No te centres solo en tu opinión o visión, escucha a los demás. Negarse a una escucha activa incrementa el riesgo de fracaso. No silencies las dudas, las sugerencias, las quejas, las críticas, las ideas, las propuestas… Más bien, ¡tenlas en cuenta!

Practica la gratitud

Con tus compañeros, colaboradores o empleados, practica la gratitud:

  • Da la gracias.
  • Valora el esfuerzo, las habilidades y las actitudes de las personas que tienes alrededor en el trabajo.
  • Cuando hacen algo por ti, haz visible tu agradecimiento, etc.

Ayuda a los demás acrecer

Mejorar tu liderazgo está bien, pero no te centres solo en ello, procura también ayudar a que los demás puedan crecer a nivel profesional.

Para poder hacer esto, es fundamental que tengas claro que tus compañeros, empleados o colaboradores no son tu competencia, sino todo lo contrario, tus aliados.

Si tú creces, la empresa crece. Y de la misma manera ocurre con las personas que tienes alrededor.

Enfréntate a las decisiones difíciles e importantes

Entre los aspectos fundamentales para ser un buen líder se encuentra el enfrentarse a los problemas y a las decisiones difíciles e importantes. Es precisamente esto lo que te convierte en un líder efectivo.

Apartar los problemas no hace que se solucionen, ni que nada mejores. Y delegarlos o quitarse la responsabilidad de encima tampoco es una opción para un líder.

No es algo fácil ni que se pueda hacer de un día para otro, pero prepárate para este tipo de situaciones y, con la práctica, poco a poco, conseguirás afinar este aspecto y, como consecuencia, potenciar tu capacidad de liderazgo.

 

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Mucho se habla hoy en día de la  «Generación Millennial», una generación que supone ya una parte importante de la fuerza laboral. Pero, empecemos por el principio,

¿Qué es la Generación Millennial?

Aunque no existe precisión o consenso respecto de las fechas de inicio y fin de esta generación, los expertos hablan de los nacidos entre los años 1980 y el 2000, ellos forman lo que conocemos como Generación Millennial; una generación que hoy contribuye a la expansión y crecimiento de los negocios.

Hoy, dedico este post a ellos. O más bien a los líderes que han de gestionar equipos con millennials. Y, si bien el tema da para mucho, he resumido en tres claves los aspectos básico para liderar con éxito a esta generación…

Claves para liderar a la Generación Millennial

Foco y estructura flexible

Los líderes que venimos de generaciones anteriores, en la mayoría de los casos, acostumbramos a priorizar y organizar con anticipación el trabajo de los días y semanas. Sin embargo, los millennial funcionan mejor a través de la flexibilidad.Sin duda, ofrecerles lo que necesitan bajo una estructura con límites, obviamente, pero flexible, desembocará en un ambiente positivo y una mayor productividad e implicación.

No quiero decir con esto que debamos dejar todo a la improvisación. Por supuesto que hay rutinas que pueden y deben programarse: objetivos que les ayuden a enfocarse y alcanzar las metas, reuniones necesarias (semanales, mensuales…), etc.

Los millennials programan el trabajo de una manera diferente, tienen una forma muy eficaz de organizar el espacio de trabajo y un sinfín de puntos positivos de los que, como líder, también se puede aprender mientras se actúa como modelo inspirador.

Permitirles crecer

Los millennials destacan por tener una gran seguridad en sí mismos, por lo que no precisan de un jefe o un gerente, aunque sí de un buen líder.

No están interesados únicamente en el plano económico, a esta generación le motiva trabajar en proyectos significativos, en los que se les valora. Esta es una de las grandes claves para un buen liderazgo, ya que la generación millennial expresa su identidad a través del trabajo que desempeña.

Demandan proyectos en los que el impacto que son capaces de provocar con su trabajo es importante para la organización. Y al mismo tiempo necesitan ampliar sus capacidades, habilidades y conocimientos.

Fomentar el aprendizaje y conocimiento

Lo decía justo ahora, la realización y productividad de esta generación depende de mucho más que un sueldo, necesitan una retroalimentación.

El papel directivo en este sentido es fundamental: apoyar el crecimiento, fomentar el aprendizaje, mostrar interés por sus formas de trabajar a la hora de llevar a cabo un proyecto o parte de él, incluso revisar su progreso resulta es muy importante para un buen liderazgo.

 

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Los líderes no siempre son directivos. Aunque sí deberían ser todos los directivos buenos líderes; claro que esa es una regla que no siempre se cumple.

En muchas ocasiones hemos hablado en el blog sobre liderazgo y las características de un buen líder. Y alguna vez, quizá, incluso hemos mencionado que un directivo que sabe liderar no sólo da órdenes, sino que se convierte en su propio mensaje: su ejemplo ofrece justo lo que pretende ver en los miembros de su equipo.

Pero como decía, no solo los directivos pueden ser líderes. De hecho, cualquier persona puede ser líder en algo, independientemente de su puesto o cargo: porque cuenta con alguna habilidad que destaca, porque contribuye a crear un buen clima en el ámbito laboral, por su comportamiento, etc.

Estos pasos te ayudarán a aumentar el liderazgo en tu empresa:

Pon el foco en lo importante

Identifica todas la esteras y prioriza entre ellas, primero en las que te encuentres más implicado. La disciplina será tu aliada.

Genera confianza

Acércate a las personas. Alimenta tu relación con ellas de confianza. En los momentos complicados, es la confianza la que sostiene las relaciones entre compañeros, del equipo, etc.

Da las GRACIAS

Mostrar tu gratitud a las personas con las que trabajas es fundamental para mantener las buenas relaciones y para el desarrollo del liderazgo. Es vital valorar las acciones, el trabajo y el esfuerzo de los demás y agradecerlo cuando lo que hacen te beneficia o beneficia al conjunto.

Ayuda

Si quieres que tu liderazgo vaya in crescendo, no debes centrarte solo en tu propio desarrollo. Ayuda a los demás, en todo lo que puedas, también a crecer.

Escucha

Dedica tiempo a escuchar los que piensan los demás. Las ideas, las críticas, las sugerencias, las dudas… deben ser escuchadas y tomadas en cuenta para mejorar y tomar acción; deben verse como una herramienta para detectar puntos de mejora, para innovar, etc.

Haz frente a las decisiones importantes

Enfrentar los problemas y tratar de tomar las mejores decisiones te convierte en un líder efectivo.

Los problemas no se solucionan por sí solos. Darles la espalda o delegarlos, puede aumentar los riesgos. Un buen líder saber que los problemas se miran de frente, con decisión y la madurez y responsablidad que requiere.

Prepárate para afrontar situaciones conocidas y estudia lo que no conoces

Un buen líder se hace con preparación para destacar en los presente y conocido. Pero solo tener en cuenta lo que se conoce no es buena idea, ser previsor ante lo desconocido le permitirá y ayudará a destacar aún más.

 

 

 

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Un líder es un profesional con carisma que sabe cómo lograr que su equipo alcance sus metas a través de la motivación y de la iniciativa de cada trabajador. Pero líder no es siempre sinónimo de directivo; aunque todos los directivos deberían ser líderes.

Hoy, a través de este post, me gustaría darte algunas claves que te ayudarán a incrementar tu liderazgo en la empresa:

Enfócate en lo realmente importante

Prioriza. Ordena tus tareas y actividades en función de su prioridad. La autodisciplina es fundamental.

Genera confianza

Las relaciones que se basan en la confianza son las que perduran, las que se mantienen incluso en los momentos más difíciles. Un buen líder se encarga de alimentar sus relaciones de confianza.

Ayuda a los demás a crecer

Los lobos solitarios no llegan muy lejos. Tu crecimiento es importante, pero también es importante la ayuda que puedas brindar a los que tienes a tu alrededor para que crezcan también.

Un buen líder sabe muy bien que sus compañeros o equipo no son su competencia, sino sus aliados.

Practica la gratitud

Valorar el trabajo, esfuerzo, habilidades e implicación de los demás es uno de los actos más poderosos que puede llevar a cabo un líder. Da las gracias.

Escucha

Presta atención y escucha las opiniones, sugerencias, quejas, críticas, dudas o ideas de los demás. La escucha activa es otra de las características de un buen líder.

Enfréntate a decisiones relevantes

Un líder también debe ser efectivo. Y la manera de serlo es enfrentándose a los problemas y tratando de tomar las mejores decisiones. Porque los problemas no se solucionan solos, hay que ponerles solución. Y hacerlo es además una muestra de productividad, efectividad y madurez profesional.

Gestiona tu tiempo

Tendemos a creer que tener menos tiempo libre o más cosas apuntadas en la agenda es sinónimo de ser mejor profesional. Nada más lejos de la realidad. De hecho, multitud de estudios han demostrado que incluso puede afectar de manera negativa a la productividad.

Un buen líder evita la trampa de llenar cada minuto de su agenda y deja tiempo para poder dedicar a situaciones imprevistas, responder a las oportunidades y, por supuesto, también para sí mismo. Desconectar es fundamental para ser más productivo.

mejorar oratoria

Llevamos la comunicación con nosotros, es parte de nuestras vidas, de nuestro día a día, de cada momento. Y es que no solo nos comunicamos hablando o a través de mensajes verbales, también lo hacemos a través de mensajes no verbales (con nuestro lenguaje corporal, etc.).

Para una buena comunicación, el emisor debe enviar un mensaje claro, limpio y directo para que el receptor lo entienda. Los problemas en la comunicación aparecen cuando el emisor o el receptor dan hechos, conocimientos o actuaciones por sentadas.
Aunque, existe otro gran muro que evita que fluya correctamente la comunicación; y es cuando el mensaje verbal entra en conflicto con todos los demás elementos no verbales.

Elementos de la oratoria que nos ayudan a mejorar la comunicación

Escucha activa

Es importante escuchar de forma activa y hacer saber al interlocutor que nos interesa lo que está diciendo. Pero, ¿cómo lo hacemos? El contacto visual es muy importante; resumir en la conversación lo que nos ha dicho antes de continuar la conversación también ayuda; haciendo que nuestros movimientos y gestos estén en sintonía con el interlocutor; y apelando siempre a la asertividad.

Adapta el mensaje según tu interlocutor

Es realmente importante saber y ser consciente de a quién te diriges, a quién le hablas para saber cómo debes desarrollar, elaborar o configurar tu mensaje para esa persona o audiencia en concreto.

Es también importante el lugar en el que la conversación tendrá lugar… Saber dónde estará nuestro interlocutor, o el público y cuál será nuestra posición con respecto a él/ellos nos ayudará a definir todo con más exactitud: nuestros movimientos, etc.

Comprueba que tu mensaje ha sido recibido como tú querías

Haz que el interlocutor repita el mensaje, de esta manera podrás comprobar que lo ha entendido.

Directo al grano

Dice un antiguo refrán que ¨lo bueno, si breve, dos veces nbueno». Y así es en este caso.
Enfoca tu mensaje y céntralo en lo importante haciéndolo lo más sencillo posible. Resulta muy importante atraer la atención del interlocutor al inicio de la comunicación; tengamos en cuenta que tras los primeros minutos el grado de atención comienza a bajar.

Para una buena, correcta comunicación, ésta debe ser fluida. Pero además debe estar desprovista de juicios, debe haber coherencia entre lo que se dice y el mensaje no verbal, apelar a la asertividad y ser enunciada en positivo.

equipos de trabajo

Las organizaciones cada vez invierten más esfuerzos y recursos en buscar y encontrar talento, no solo en ls perfiles personales, sino a nivel grupal. Está demostrado que un lobo solitario tiene más dificultades para llegar lejos y los objetivos se hacen más viables cuando tenemos a un equipo de personas motivadas con perfiles muy diferentes. Pero para lograr la efectividad, es importante que cada miembro del equipo tenga desarrollada en sí mismo la competencia de «trabajo en equipo». Este es, sin duda, el principal motivo por el que empresas u organizaciones buscan colaboradores que posean esta capacidad.

Pero, ¿qué es el trabajo en equipo?

El trabajo en equipo consiste en una mutua colaboración de personas con el objetivo de un resultado determinado. Yo lo defino como:

La suma de talentos individuales para que exploten de forma positiva a favor de la misión del grupo.

Un equipo de trabajo puede hacer referencia no solo a equipos dentro de una empresa u organización, sino que se puede referir a determinados deportes, diferentes iniciativas en múltiples áreas, cooperaciones, etc.

Ahora bien, ¿cómo podemos identificar a las personas y profesionales con esa capacidad de trabajo en equipo tan importante para la empresa?

Sin duda la clave está en observar. A través de la observación existen múltiples indicadores que nos pueden hablar de capacidad de trabajo en equipo de una persona o de un profesional. Algunos de esos indicadores son:

  • Tomar los objetivos de forma positiva y asumir el alcanzarlos de la misma forma, siempre guiando las actuaciones hacia el logro de los mismos.
  • Sentirse uno más, parte del equipo y, por supuesto, la correcta relación con los demás componentes o miembros.
  • Aportar siempre valor. Siempre que es posible en todo lo que es posible.
  • Compromiso. Una persona comprometida con las necesidades puntuales del equipo y proactiva en la participación a la hora de buscar soluciones tiene una mayor capacidad de trabajo en equipo.
  • Predisposición. Estar dispuesto a participar, aportar ideas, proponer alternativas de mejora… todo ello también es un indicador en la línea correcta.
  • Motivación e implicación a la hora de alcanzar los objetivos.

 

innovar

En alguna ocasión hemos hablado aquí, en el blog, de la innovación a nivel empresarial como un imperativo de negocio hoy, un imprescindible para la supervivencia de las organizaciones. Quizá, de lo que no hemos hablado tanto es de la innovación a nivel personal.

Estamos en una época de constantes cambios y para abordarla, es muy complicado haciéndolo con aquello que nos ha funcionado años atrás, ya que lo que nos aguarda es es totalmente diferente a lo que hemos conocido hasta el momento.
Las tengas más o menos arraigadas, te guste más o menos, lo cierto es que la manera de trabajar antes  solo tenía sentido antes, porque esa forma nació para resolver problemas de antaño que hoy ya no son relevantes.

La innovación a nivel empresarial no es totalmente ajena a la innovación personal.
La innovación empresarial transforma las empresas e industrias; y la innovación personal transforma a las personas y permite mejorar sus capacidades para desenvolverse e interactuar con la nueva realidad. Por tanto, no es suficiente con que las empresas innoven, sino que es fundamental que también las personas lo hagan.
Al fin y al cabo, tanto si hablamos de empresa como cuando hablamos de personas, podemos perfectamente aplicar el archiconocido refrán que dice «renovarse o morir«, puesto que tanto personas como empresas que se empeñen en continuar ancladas al pasado, dejarán de ser competitivas y relevantes en el nuevo contexto.

Innovación personal

Es habitual encontrar, cuando hablamos de innovación personal que sea confundida con el desarrollo personal. Pero no, no es lo mismo.

Es también demasiado común que cuando decimos otorgar el tiempo de reflexión que merecen nuestros sueños, objetivos y metas, lo hacemos desde la presión, el estrés, las prisas, la necesidad de inmediatez, la inseguridad, las obligaciones… Y no nos damos cuenta que todo ello distorsiona la perspectiva, nos impide ver con claridad la realidad e intuir cómo va a afectarnos o condicionar nuestro camino.

Resumiendo, muchas veces es el miedo, el miedo al fracaso el que nos impide innovar y ser capaces de encontrar soluciones diferentes, sí, y viables a la vez.

Atrévete a cuestionar lo establecido, sé curioso/a, deshazte de los prejuicios y lánzate a crear nuevas realidades, nuevas oportunidades de desarrollo, sal de la trinchera, interactúa, participa en nuevas conversaciones con gente nueva, crea y comparte valor en las nuevas redes globales, reinvéntate y redescúbrete.

 

líder

Así es, si quieres ser un buen líder, tienes que practicar…

Me sigue sorprendiendo que un concepto que se asimila tan fácilmente cuando hablamos de otras habilidades, al introducirlo en el liderazgo, no resulta ta fácil para muchos. Sin embargo, es así.
Si quieres tocar bien la guitarra, tienes que practicar; si quieres bailar bien, tienes que practicar; si quieres ser un buen deportista, tienes que practicar… y si quieres ser un buen líder, ¡también! 

He visto, conocido y trabajado con infinidad de jefes, responsables, mandos intermedios… deseosos de mejorar en su labor y para lograrlo leen libros sobre liderazgo, realizan un sinfín de cursos y seminarios, observan a líderes famosos o evalúan sus propios jefes…  todo eso está muy bien; pero muchos olvidan o no tienen en cuenta el realizar ejercicios que les permitan practicar para hacerlo mejor. 

Si quieres ser un líder mejor, un buen líder, ¡practica! Establece un plan que puedas llevar a cabo y te permita practicar incluso a diario… 
Un plan sencillo, pero que te obligue a salir de tu zona de confort y que incluya parte de un liderazgo que te gusta y te divierte. 

Diseña tu plan para ser mejor líder

Si quieres ser un mejor líder, necesitas un plan que te permita practicar. Pues bien, comienza por elaborar ese plan respondiendo a estas preguntas fundamentales:

  1. ¿Qué actividad que te permite expresar tus fortalezas?
  2. ¿Qué debes cambiar en tu manera de trabajar para acelerar tu impacto y la consecución de los objetivos que te has marcado?
  3. ¿Qué valor es el más importante para ti? Y, ¿qué actividad o actividades lo ponen en evidencia?
  4. ¿Cuál es la actividad que siempre te anima y motiva?

Una vez que hayas elaborado tu plan de acción, lo importante es encargarte de cumplirlo. Por ello te recomiendo que hagas partícipes de tu decisión y las medidas que vas a tomar e implementar en tu día a día laboral a amigos, familiares, colaboradores, esto te ayudará a fortalecer el compromiso contigo mismo y además los que te rodean te podrán aconsejar o hacer críticas constructivas que te ayuden.
En tu mesa o despacho, procura tener notas a modo de recordatorio, es otra forma de no olvidarte.
Incluso es buena idea llevar un control diario de tu práctica, las acciones que has llevado a cabo cada día para ser un mejor líder y una valoración personal.

Recuerda, es cuestión de práctica ;)

 

 

habilidades directivas

Los directivos de hoy deben combinar sin problemas habilidades «hard» (conocimientos técnicos y conocimientos de negocios), con habilidades «soft» (capacidad de liderazgo, negociación…).
Es precisamente del desarrollo y desempeño de estos dos tipos de actividades de lo que derivará la calidad de sus equipos y los resultados.

Ahora bien, si estas habilidades no se poseen de forma innata, ¿se pueden aprender? 

La respuesta es un rotundo . El liderazgo y las habilidades directivas, se pueden desarrollar.

Habilidades directivas

Antes de continuar, conviene hacer un inciso en qué son realmente las habilidades directivas.

Pues bien, se trata de una serie de conocimientos, destrezas y capacidades con las que deben contar los líderes de una organización para alcanzar el alto desempeño de ellos mismos, de sus equipos y, por consiguiente, de la organización.

Estas habilidades podemos diferenciarlas en dos grandes grupos:

Habilidades técnicas

Aquí hablamos de conocimiento y experiencia ante determinadas funciones o procedimientos que lleva a cabo la organización.

Habilidades de liderazgo o directivas

Y estas, a su vez, las podemos dividir en cuarteases para diferenciarlas mejor:

Liderazgo de Visión
Hablamos en este caso de todo lo que se pueda encontrar relacionado al desarrollo de un pensamiento estratégico, de la gestión de la incertidumbre, la capacidad para innovar y para gestionar los cambios.

Liderazgo Ejecutivo
El liderazgo ejecutivo hace referencia a  habilidades más operativas (la toma de decisiones, la organización, planificación, gestión del tiempo, orientación a resultados…).

Liderazgo Intrapersonal
Es fundamental ser primero líder de uno mismo para poder liderar a otros. Y aquí, la inteligencia emocional, la adaptabilidad, el autoconocimiento y el autodesarrollo juegan un papel esencial.

Liderazgo Interpersonal
La capacidad de relacionarse, la comunicación e la capacidad de influencia, la orientación al trabajo en equipo y al desarrollo de los colaboradores… Son, al fin y al cabo, destrezas clave para gestionar a las personas y lograr crear equipos de alto rendimiento.

El papel del coach

Un coach empresarial es alguien que no solo conoce a la perfección las técnicas y metodologías de su rama, el coaching, sin que se desenvuelve como pez en el agua en el mundo empresarial y los negocios, dominando también este campo, sus dinámicas y los restos.

Y su irrupción en la empresa está relacionada con facilitar y promover que los directivos se conozcan y comprendan mejor a través de una introspección guiada que puede generar un profundo cambio en la manera de verse y de liderarse a sí mismos, así como de ver y liderar a sus colaboradores.

Un proceso de coaching empresarial girará en torno a 5 pilares que potenciarán las habilidades directivas:

  1. Definición de objetivos
  2. Descubrimiento de perspectivas nuevas
  3. El planteamiento de nuevas alternativas
  4. Pasar a la acción