Listado de la etiqueta: liderazgo

propósitos de liderazgo

¿Quién dijo que los propósitos son cosa de enero? Yo os propongo romper tópicos y que os animéis a plantearos algunos propósitos para este nuevo año, para ponerlos en práctica y convertirlo en hábitos a lo largo del año… Y es que te aseguro que:

❝ El 31 de diciembre desearás haber empezado hoy. 

  1. Enfócate

    Pon toda tu atención en lo importante y evita cualquier tipo de distracción. Estar presente en el momento adecuado, centrado en lo importante, es una de las cualidades más importantes de un líder.

  2. Delega

    Quizá hay tareas que, aunque te puede incluso gustar realizar, te encuentras a un nivel en el que ya no deberías realizarlas. Es importante que aprendas a delegar, escoge a la persona que consideras más adecuada para realizar esas tareas, asígnaselas y asegúrate de facilitarle todo el apoyo y orientación que necesite para desempeñarla.

  3. Hazlo mejor

    Estoy seguro de que hay algo que puedes hacer mejor. Busca ese algo y ve un poco más allá, da un paso al frente, busca la manera de hacerlo mejor, busca soluciones innovadoras que te permitan mejorarlo.

  4. Busca feedback

    Ya hemos hablamos alguna vez de la importancia del feedback en el blog. Insisto en su importancia y te propongo convertir esta búsqueda en un hábito, ya que conocer la percepción, opinión y visión de los demás siempre nos puede ayudar a mejorar.

  5. Aclárate

    Hazte, de vez en cuando, un repaso a ti mismo y a tus valores de liderazgo. Siempre podemos mejorar. Y a través de esta acción, estoy seguro de que podrás detectar puntos de mejora.
    Luego, solo es cuestión de hacer una lista de esos puntos a mejorar y plantear las correcciones necesarias y cómo lo vas a hacer.

Son cinco pequeños pasos que fácilmente puedes poner en práctica, implementar en tu día a día en el trabajo… Cinco pasos que parecen pequeños pero que pueden marcar diferencias muy grandes.

Tienes, hasta final de año, más de 9 meses para comprobar las múltiples ventajas de estos cinco propósitos, ¿aceptas el reto?

liderarEl liderazgo no es algo que te otorgan, es algo que debes ganarte… Y existen habilidades que deben estar ligadas a cualquier líder, formar parte de su ADN y que se pueden trabajar, mejorar, entrenar y pulir:

  • Facilitar la cohesión
     O lo que es lo mismo, propiciar una unión sólida, fuerte y estable entre los miembros que componen su equipo. Que los componentes de ese equipo se sientan cómodos y orgullos de pertenecer a ese equipo y de trabajar con el resto de miembros. Esto propiciará una comunicación fluida, abierta y clara; algo que se torna fundamental para el buen desarrollo del equipo.
  • Valorar el esfuerzo
     Que nos reconozcan el esfuerzo es algo que nos gusta y hace sentir bien a todos. Pero no solo eso, sino ue cuando nuestros esfuerzos y trabajo son reconocidos, lo desarrollamos con más motivación, interés y compromiso.
  • Encauzar las capacidades
    Reconocer, detectar y saber sacar partido a cada una de las capacidades de cada persona es algo que debe saber y poner en práctica.
    Desarrollar nuevas tareas y habilidades es otra de las cosas que nos motiva, agrada y permite estrechar lazos de compromiso con el equipo y con los proyectos en los que trabajamos.
  • Transmitir conocimientos
    Un líder debe saber identificar el momento adecuado para hacerlo y estar dispuesto a transmitir sus propios conocimientos a sus colaboradores. De esta manera, el reconocimiento y respeto hacia el líder crece facilitando el liderazgo.
    Además, es la vía de capacitar al equipo para enfrentarse a las dificultades y capacitado para lograr los objetivos.
  • Escucha activa
    Fundamental en un líder. Saber escuchar es imprescindible para poder conocer en profundidad a los miembros de su equipo, saber cuáles son sus dudas e inquietudes y poder ayudarlo de la manera adecuada.
  • Propiciar la participación
    Escuchar es importante. Pero también lo es estimular la participación e interacción de los miembros del equipo. Un buen líder pregunta, pide opiniones y sugerencias.
    Por otro lado, cuando participan varias personas en la resolución de problemas o en arrojar ideas, la objetividad se multiplica y el análisis de la situación es mejor.
  • Compartir visiones y experiencias
    En un equipo, cada miembro tiene su propia visión y pose sus propias experiencias, que dependen, en gran medida, de su propio trabajo. Por ello, es conveniente que el líder propicie que sean compartidas y comparta también su propia visión y experiencia. Ello enriquecerá al equipo y el negocio.

excelencia

Empecemos con una verdad inamovible: no existen fórmulas mágicas para lograr nuestros objetivos. Es importante tener es to y muy claro para evitar caer en promesas de humo.

Lo cierto es que muchos son los directivos que tienen hacia un deseo casi obsesivo por resolver los problemas o conflictos de manera inmediata, rápido y, a poder ser, de una forma mágica. Y es entendible que un mundo tan frenético como el empresarial, lleve a los directivos a querer cambiar las cosas rápidamente. Sin embargo, lo siento, pero la realidad no funciona así; el cambio sólido que lleva a la excelencia, ese solo se logra a través de los hábitos.

Un hábito, según la RAE es el «modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas». Dicho de otra manera, es una conducta que incorporamos en nuestra vida de manera inconsciente y automática al punto  de realizarla sin ningún esfuerzo.
Un ejemplo sencillo es cuando aprendemos a montar en bici, las primeras veces debemos poner toda nuestra atención para no caernos, pero luego podemos hacerlo sin esfuerzo mental alguno y ahorrando la energía que invertimos en esa actividad. Esto ocurre cuando nuestro cerebro ha automatizado todas las acciones que debemos realizar y todas las conductas hasta convertirlo en un hábito.

Como puedes ver, esto de incorporar hábitos a nuestra vida tiene mucho que ver con ahorrar y optimizar energía. Llevado al mundo empresarial, podemos sustituir las bicicletas por escuchar más que hablar, solicitar feedback a los colaboradores… En un principio, cuesta mucho, pero una vez convertido en hábito, nos saldrá casi por inercia.

Es precisamente a través de repetir acciones e incorporar auténticos cambios como podemos mejorar nuestras competencias para así lograr nuestros objetivos.
No se trata de realizar una única acción mágica que nos permita lograrlo, consiste en realizar y repetir muchas acciones que van en la misma dirección hasta que no precisamos de un esfuerzo mental para realizarlas, convirtiéndolas así en hábitos.

Y te estarás preguntando cuántas veces es necesario repetir la misma acción para que se convierta en hábito. Pues bien, sobre este tema, ahondó William James, conocido como uno de los padres de la psicología moderna. James defendía que somos capaces de prender una habilidad y adquirirla como hábito. Y según el psicólogo, para ello precisamente repetir esa conducta como mínimo durante 21 días. Lo que os decía al principio, las fórmulas mágicas no existen…

Siguiendo esta teoría, por ejemplo, si quieres incorporar el hábito en tu rutina laboral de leer todos los mails los lunes de cada semana a primera hora, tendrás que realizar esa tarea durante 21 semanas seguidas como mínimo hasta que se convierta en hábito.

Os puedo asegurar que ir introduciendo hábitos positivos y productivos en nuestra vida profesional nos permitirá unos resultados impresionantes. Además, la autodisciplina y voluntad se ven reforzadas y contribuyen a generar una mayor seguridad en nosotros mismos y a potenciar nuestro espíritu de liderazgo.

Hábitos y excelencia van de la mano. Motivación, trabajo focalizado y la integración de hábitos positivos son la clave.

 

 

liderazgo emociona

Controlar las emociones es otra de las claves importantes del liderazgo.

Antes de entrar de lleno en el tema, me gustaría comentar que, nuestras emociones las manifestamos de manera fisiológica (aceleran nuestra respiración y ritmo cardíaco, aumenta la tensión muscular en parte de nuestro cuerpo, etc.) y también a través de nuestros pensamientos.
Es realmente importante que el líder adquiera y trabaje las habilidades que permiten gestionar las emociones…

Cuando somos conscientes de nuestras emociones, nos cuesta menos manejarlas y eso se traduce en un mayor control de nuestra vida. El problema aparece cuando no somos conscientes de ellas, porque nos dominan.

Cuanto más nos conocemos a nosotros  mismos, mayor es nuestra capacidad para controlar nuestros sentimientos y amoldarlos a cada momento o circunstancia; pero ojo, que controlar los sentimientos no significa reprimirlos. Por ejemplo, la ansiedad es una reacción natural y positiva que nos pone en alerta ante situaciones de riesgo, pero puede convertirse en negativa si no la controlamos y permitimos que provoque conductas inadecuadas o se active ante estímulos que realmente no suponen riesgo.

Cómo controlar las emociones

«Respira hondo«, es lo primero que decimos o nos dicen cuando estamos ante una situación complicada.
Utilizar técnicas de respiración es muy útil para controlar las reacciones fisiológicas.

Controla tu pensamiento y detén los pensamientos negativos.
Cada vez que te encuentres en una situación tensa o complicada, presta especial atención a tus pensamientos y cada vez que detectes un pensamiento negativo, grítate a ti mismo: ¡BASTA! Y sustitúyelo por otro positivo.
No es fácil identificar esos pensamientos negativos, se necesita práctica, pero lo importante es comenzar a prestar atención e ir, poco a poco, siendo conscientes de ellos.

Ensayo mental, ensayar o imaginar situaciones complicadas y cómo saldrías de ellas, lo que dirías, qué medidas adoptarías…  Es una técnica que nos permite sentirnos más seguros cuando realmente estamos ante circunstancias adversas.

líderes del futuro

La economía ha sufrido un cambio drástico que ha sido apreciado incluso por los que no desarrollan su profesión en este ámbito. Y ante un cambio tan grande, no es de extrañar que el tejido empresarial también cambiara.
Hoy nos enfrentamos a una economía global, con todos los retos que esta plantea… Y hoy, los líderes, deben estar capacitados para asumir y superar cada uno de esos retos.

Hablar de todos los cambios producidos en un solo artículo es casi imposible. Pero sí quiero en este artículo señalar algunos de los cambios más significativos:

Globalidad

Decía al comienzo que nos enfrentamos a una economía global, y a pesar de que hasta hace relativamente poco tiempo la globalización no era algo sólido en muchos países, este es uno de esos grandes cambios. Hoy, aquellas compañías o empresas que no desarrollen una estrategia enfocada a sacar el máximo partido a una economía global, estarán desaprovechando muchas oportunidades.

Multiculturalidad

La comunicación y la cooperación son dos aspectos claves en la nueva empresa y, quizá propiciado por esa globalidad de la que hablaba antes, los líderes de hoy deben poseer una flexibilidad que les permita adaptarse y trabajar en un escenario que acoge socios, clientes, proveedores y colaboradores pertenecientes a diferentes entornos y que cuentan con formas de ser y costumbres muy diversas.

Medios sociales

Quizá suena a tópico eso de «si no estás en internet no existes», pero así es. Por tanto, los nuevos líderes deben estar familiarizados con la red. En los negocios y la nueva empresa, la presencia en internet es fundamental, así como la interacción con los clientes, colaboradores y potenciales clientes. También la reputación online de la empresa y los profesionales que hay detrás de la misma se vuelve fundamental. Además, internet nos brinda un sinfín de posibilidades y herramientas para llevar a cabo la solución de problemas.

El líder de hoy debe ser capaz de adaptarse a este cambio que a su vez está en constante evolución y poseer los conocimientos y habilidades necesarias para poder decidir y actuar en este aspecto.

Los Millennials

Si bien no hay una fecha exacta establecida de comienzo de la Generación Millennials, los expertos sitúan su comienzo a principios de la década de los años 80.

Las nuevas generaciones son muy diferentes a las anteriores… Y concretamente los Millennials, cuentan con valores diferentes, un concepto diferente de trabajo y lo que esperan del mismo también; lo mismo ocurre con su relación con la tecnología y las maneras de interactuar de las personas.

Sin ninguna duda, los líderes de hoy deben conocer muy bien a los millennials, también conocidos como la Generación Y y contar con la capacidad de trabajar y liderar a esta generación.

 

Retos a los que se enfrentan los líderes de hoy hay muchos, pero estos son algunos de los más importantes, sin los cuales, desempeñar una labor de liderazgo eficaz sería complicado.

líder

Un buen equipo es fundamental para alcanzar el éxito. Sin embargo, no basta solo con un buen equipo, sino que es necesario saber dirigirlo de manera que salga lo mejor de cada uno de los componentes del mismo. Un buen líder es capaz de motivar, inspirar y hacer que cada persona que compone su equipo de lo mejor de sí misma.

Existen una serie de características comunes en los líderes ejemplares. Algunas de ellas son:

Confianza en su equipo

Controlar continuamente lo que hace cada miembro del equipo requiere de mucho esfuerzo, un tiempo muy valioso y demasiadas energías.
Un buen líder optimiza su tiempo. Y la mejor manera de hacerlo es buscando gente proactiva y en quien pueda confiar.

Son conscientes de que el abecedario tiene 27 letras

Por eso, si el plan A falla, siempre tienen un plan B, un plan C y hasta un plan D.

Asumir riesgos es parte del día a día de un buen líder. Siempre habrá riesgos. Y siempre habrá alternativas en caso de que algo falle o no marche exactamente como se tenía previsto. Contar con esas alternativas permitirá evitar situaciones de tensión e incertidumbre.

El dinero sí es importante

Un buen líder tiene una sana relación con el dinero y es consciente de que la función principal es lograr que la empresa sea rentable.
Hacer lo que nos gusta es importante, pero la única manera de poder dedicarnos a lo que nos llena es obteniendo beneficio; de lo contrario deberemos dejar de trabajar en lo que nos apasiona para trabajar en algo que nos permite ganar dinero.

Un buen líder tiene muy claro este punto.

Muestra tolerancia e interés ante los puntos de vistas e ideas de los demás

La confianza es un aspecto fundamental en un equipo. Pero esa confianza no sólo debe ser del líder hacia sus colaboradores, sino también al revés. Los miembros del equipo deben sentirse seguros y tener la confianza necesaria para decir sin problemas y abiertamente lo que opinan, piensan o las ideas que tienen.

Lograr esto es una gran ventaja, ya que amplía el abanico de ideas, vías, posibilidades… Además, cuando te sientes escuchado y compruebas que tu opinión es importante, eso te motiva. Y no existe nada mejor que un equipo motivado a la hora de trabajar y alcanzar los objetivos.

 

liderazgo efectivo

Está demostrado que una de las principales claves del éxito de las empresas radica en sus equipos y en la dirección de los mismos. Independientemente de que esos equipos sean más grandes o más pequeños, afecten a una u otra actividad de la empresa, para su buen funcionamiento y óptimo rendimiento se torna imprescindible un buen líder.

Sin embargo, existen errores más comunes de lo que deberían que, cuando el líder no es consciente de ellos o no pone solución a los mismos, pueden afectar de manera muy negativa a la organización.

A continuación expongo algunos de esos errores que considero deben tenerse en cuenta para, en la medida de lo posible, evitarlos. Y en aquellos casos en los que se produzcan, minimizar su impacto:

Liderar a todos los miembros del equipo por igual

Cada persona es un mundo y a la hora de liderar no son efectivas las generalizaciones. Es fundamental adaptar el estilo de liderazgo cada persona en función de su capacidad, habilidades, el contexto, etc.

La motivación

Como decía, cada persona es un mundo y la motivación es algo muy personal. Dar por hecho que cada miembro del equipo traerá puesta de casa la motivación, como si de una prenda se tratara, es un error. Es más, si vamos un poquito más allá, lo cierto es que el clima de trabajo y la motivación de un equipo depende ampliamente de su líder.
Es por ello que, un buen líder, además de tener muy en cuenta la motivación que cada uno de los miembros de su equipo tenga, también se encargará de trabajar, crear y generar un buen clima que potencie la motivación del equipo; y esto lo hará con su actitud y, por supuesto, con sus habilidades para el liderazgo.

Mostrarse autoritario

El autoritarismo puede ser necesario en situaciones críticas o graves. Sin embargo, cuando no se trate de situaciones delicadas, un buen líder debe evitar el uso de una actitud autoritaria y apostar por un estilo de liderazgo más empático.

Tengamos en cuenta que una persona o una actitud autoritaria puede afectar muy negativamente a la motivación del equipo, lo que puede llevar a sus miembros a perder el interés y el compromiso con el proyecto.

Escucha activa

Un equipo sólo es un equipo si todos sus miembros son tenidos en cuenta, valorados y existe el interés por escucharlos a todos.

La ausencia de interés o el no escuchar a todos los miembros puede acabar generando problemas.

Conformismo

El conformismo no es bueno. Conformarse con lo que esta bien, con alcanzar los objetivos propuestos  no es buena idea. En un entorno ya altamente competitivo y en el que la competitividad continúa en imparable aumento, conformarnos con resultados mediocres es un grave error que podría tener un precio demasiado alto.

Comportamientos y personas tóxicas

Las personas o los comportamientos (aunque se produzcan de manera puntual) tóxicos, son uno de los motivos que más empuja al fracaso a los equipos. Quizá, más que el comportamiento de personas tóxicas, lo que genera graves problemas es que el líder no sepa gestionar de manera adecuada esos comportamientos.

Este tipo de actitudes tóxicas, que pueden ir desde el victimismo a la agresividad, de no ser erradicadas y gestionadas de la manera adecuada a tiempo, pueden afectar gravemente al rendimiento de cualquier equipo, incluso acabar con él.

éxito

Hace ya algún tiempo Fortune 500 realizó un estudio que les levó a entrevistar a una gran número de ejecutivos. El estudio dio como resultado que más de un 90% de los profesionales entrevistados atribuían su éxito más a su actitud que a cualquier otro factor o circunstancia. Esta es sólo una muestra más de que, para llegar tan lejos como deseamos, es fundamental tener una buena actitud.

Nuestra manera de pensar y ver las cosas afecta de manera sorprendente y poderosa a nuestro camino hacia el éxito. De hecho, si fuéramos más conscientes del poder de nuestra actitud a la hora de alcanzar nuestras metas y sueños, muy diferentes serían las cosas.

La manera en la que decidimos mirar y ver la vida determina claramente la manera en que la vida nos mira a nosotros. Y es que de nuestra actitud ante la vida depende la forma en la que nos relacionamos con ella… E inevitablemente lo que conseguimos y recibimos, depende de esa actitud que adoptamos y mostramos.

Si caminas por la vida esperando que a cada paso una piedra bloquee tu camino, es justo eso lo que vas a encontrar. Si esperas a cada paso lo peor, tu camino estará plagado de peor. Y del mismo modo, si miras desde un prisma positivo, serán cosas buenas las que recibas; y es que, cuando se mira la vida con optimismo y entusiasmo, la vida nos guiña el ojo incluso cuando nos toca afrontar circunstancias negativas, ya que nos enseñará a sacar lo mejor de ellas, utilizarlas como método de aprendizaje y entenderlas como algo que nos sirve para seguir adelante con más fuerza aún.

Ahora que comienza un nuevo año, te dejo aquí algunas características fundamentales para construir esa actitud adecuada para alcanzar el éxito:

Confianza en ti mismo/a

Si no confías tú en ti, nadie lo hará. Cree en ti, sólo así podrás demostrarte a ti y a los demás que tienes la fuerza suficiente para lograr cualquier cosa que te propongas.

Busca lo mejor de cada persona 

Dijo Albert Einstein, y ¡cuánta razón tenía! ❝Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil❞. Todos somos buenos en algo, busca siempre y a ser posible, potencia, lo mejor de cada persona con la que te relacionas.

Busca la oportunidad

La vida, el día a día, está lleno de oportunidades que pasamos por alto y desaprovechamos. Sé más curioso/a, trata de ver un poco más allá, repara en los detalles… busca siempre la oportunidad.
Allá donde los demás sólo sean capaces de ver problemas, practica la habilidad de encontrar soluciones. Cuando todos crean que es imposible, demuéstrales que a imposible le sobran las dos primeras letras.

Sé generoso/a 

Practica el deseo de dar, de ofrecer… la generosidad es un gran impacto positivo. No recuerdo de dónde la he sacado, pero siempre llevo en mi mente esta frase ❝Lo que das, te lo das. Lo que no das, te quitas❞.

Perseverancia

Nadie dijo que el camino hacia el éxito sea un camino fácil. Pero lo que sí es seguro es que para llegar al éxito, es necesario aferrarse a los sueños y no soltarlos jamás.

Comienza a asumir que tu vida es tu responsabilidad

Tu vida e tuya y lo que ocurra con ella sólo depende de ti. Tú eres quien decide hacia dónde la quieres dirigir…
Nunca verás nada positivo si no asumes que la responsabilidad de dar el primer paso e iniciar el camino es tuya… Es fundamental para alcanzar tus sueños que tomes conciencia de que tus resultados, lo que obtienes en la vida, es sólo la consecuencia de tus decisiones y elecciones.

¡Feliz Año!

liderazgo-transformador

El bienestar económico y social de este país y muchos otros, depende, en gran medida, de la innovación. Y lo cierto es que no podemos hablar de innovación sin talento. Por este motivo resulta realmente importante y urgente entender la manera en la que se crean las organizaciones innovadoras y cómo se gestiona el talento en ellas.

En contra de lo que a priori podría parecer, la clave de la innovación, no es tanto una cuestión de I+D, crear nuevos productos, mercados o nuevas tecnologías, sino que depende más de nuevas formas de hacer, de  crear nuevos tipos de culturas, de apostar por espacios dentro de las organizaciones que permitan a los miembros que las forman innovar.

Las compañías que sean capaces de crear entornos propicios y sepan atraer y retener a los talentos, serán las que sobrevivan. Este nuevo escenario en el que reina la ley del más valiente, en el que sólo permanecerán las empresas con la valentía necesaria para actuar de forma diferente y sean capaces de desprenderse de los viejos modelos de gestión. Y los modelos nuevos tienen como absoluto protagonista al líder transformador, un líder que se adapta a los nuevos entornos.

El cambio proactivo debe estar no sólo en el ámbito directivo o unos pocos agentes, porque esta filosofía hoy está abocada al fracaso. El camino al éxito pasa, sin ninguna duda, por dar protagonismo a todas las personas que componen la empresa y saber detectar y aprovechar el talento innovador de cada uno de ellos.

Contar con una cultura innovadora implica premiar el pensamiento creativo y diferente. La verdadera cultura innovadora es la que genera una innovación silenciosa, donde el directivo tiene como principal función servir de guía y y propiciar las condiciones de microcambio. Como es obvio, este tipo de culturas revolucionarias requieren cambios radicales en los sistemas de gestión, pero también los de liderazgo. Y la llave del éxito la tienen los líderes transformadores, esos capaces de permitir que otros liberen sus ideas, sean capaces de establecer bases para que el cambio suceda, pero sobre todo que sean capaces de dar el poder a otros para que hagan que el cambio tenga lugar… En resumen: líderes capaces y predispuestos a permitir a otros innovar.  

Apostar por la cultura innovadora es apostar por el cambio que se produce de manera continua y progresiva. Es aceptar y asumir muchos pequeños cambios que, a priori, pueden parecer poco transgresores o relevantes, pero que unidos dan pie lugar a una innovación invisible y silenciosa pero que, sin ninguna duda, componen así la mejor de las estrategias para alcanzar el éxito frente al cambio.  

Seleccionar, formar y desarrollar una nueva generación de líderes capaces de adaptarse a los cambios y nuevos entornos y que sepan crear estas nuevas culturas innovadoras se torna urgente. La guerra de la innovación es la guerra por el talento. Quizá, más que por el propio talento, por gestionar el talento de una forma mejor y más eficiente. De lo que no cabe ninguna duda es de que, el talento más urgente de desarrollar y gestionar es el talento directivo, ese liderazgo transformador del que vengo hablando desde el principio del artículo.

liderazgo-neurociencia-emociones

A las empresas les ocurre lo que a los seres humanos, pasan por diferentes ciclos a lo largo de su vida: nacen, se desarrollan, crecen y mueren o acaban reconvirtiéndose. Al fin y al cabo, detrás de las empresas lo que encontramos   son personas…

Con el liderazgo sucede algo similar que con las  empresas, es algo en constante cambio… Y no es de extrañar, todo evoluciona: las personas, las necesidades, las prioridades, los consumidores, el entorno, etc. Por ello, la gestión de una empresa no requiere de la misma actuación hace 10 años que ahora, y tampoco se podrá gestionar como hoy una empresa en el 2020.

El éxito de una empresa dependerá de la estrategia que elabore y lleve a la práctica para tratar de solventar la situación económica actual.
Es evidente que el tipo de gestión y de liderazgo que precisaba una compañía hace 10 años, no es el mismo que precisa una empresa hoy en día. La clave es, ¿qué tipo de liderazgo es el educado en este momento?

La respuesta no es sencilla y probablemente no haya una única respuesta válida, sino muchas. Lo que sí hay son unas guías comunes que nos indican el camino a recorrer en función de las necesidades de liderazgo a día de hoy. Y esas guías pasan por lo emocional, por apostar por la involucración de las personas que forman el equipo humano de la empresa, por la motivación y por promover la iniciativa.

Cuando en el camino no encontramos piedras, no resulta complicado mantener el ritmo. Sin embargo, es en tiempos de difíciles cuando un líder debe sacar el máximo partido al equipo humano para proporcionar a la compañía el mejor talento; y eso pasa por motivar y otorgar a los colaboradores un rol participativo en el que sus opiniones e ideas cuenten, desde el que puedan tomar decisiones.

El liderazgo de hoy precisa de una comunicación fluida con toda la organización que permita que todos sepan lo que se va a hacer, lo que se está haciendo y por qué. Si las personas que trabajan en la empresa no saben lo que se está haciendo, difícilmente mostrarán una actitud de interés, y mucho menos se involucrarán.

Es este tipo de líder el que se precisa cualquier organización hoy en día. Sin embargo no es el más común. Quizá, el motivo se deba a que este tipo de líder es un líder de carrera de fondo, de largo plazo, que construye las bases de proyectos sólidos, sostenibles y duraderos. Sin embargo, cuanto mayores son las dificultades debido a la crisis, más grande es la presión por sobrevivir y tomar decisiones rápidas y drásticas.

¿Tú qué clase de líder eres? Y, sobre todo, ¿qué clase de líder quieres ser?