La gestión de conflictos en equipos de alto desempeño
Los conflictos, junto con el cambio y el nuevo paradigma de cultura empresarial son, quizá, las constantes más presentes hoy.
Sin entrar en demasiados tecnicismos, cuando hablamos de conflicto nos referimos a una situación entre dos personas (o más) en la que alguien no está de acuerdo con la forma de pensar, actuar o tomar decisiones de al menos alguna de ellas. Esto es algo habitual en nuestro día a día porque los conflictos son inherentes a la condición humana; y lo cierto es que son además parte esencial de nuestra vida y, bien gestionados, pueden llevarnos a un nivel mayor de conocimiento. Sin embargo, solemos percibir los conflictos como una pelea o una lucha, como algo negativo. He ahí el error.
La clave está en gestionar los conflictos de la manera adecuada y en el momento oportuno. Bien gestionados podremos aprovecharlos en pro de nuestros conocimientos y objetivos. Pero si se gestionan mal, pueden quedar heridas abiertas…
Lo malo no es el conflicto, sino permitir que crezca en la oscuridad y que genere malestar a su alrededor. Esto es aplicable a cualquier ámbito, pero si lo extrapolamos al ámbito laboral, he de decir que un equipo sin conflictos es un equipo que no existe, y un equipo que los tiene pero no los sabe gestionar, es un equipo condenado al fracaso.
Cuando este aspecto se gestiona bien técnica y emocionalmente y prevalece el interés por encontrar una solución, se trabaja la comunicación entre los miembros del equipo y se evitan los liderazgos mal entendidos, esos conflictos se convierten en un elemento que impulsa al equipo a un nivel superior.