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La importancia del feedback

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A pesar de los notables cambios que se van produciendo en las empresas, aún hoy son muchas las que evitan el feedback. Son aún muchas las que dan el valor que merece a los análisis, las evaluaciones, los resultados… Sin embargo, parece que dar la importancia que realmente tiene el feedback dentro de cualquier organización, proyecto y equipo, nos cuesta más.

Lo cierto la evolución, el avance, el crecimiento profesional, en gran medida viene dado por el intercambio de impresiones, de opiniones, de visiones… Y si lo llevamos al terreno del desempeño, ese intercambio de percepciones también es fundamental, ya que nos ayuda a aprender a modificar, cambiar  y adaptar nuestros comportamientos, actuaciones y actitudes. Muchas veces no tenemos una imagen clara de lo que estamos transmitiendo, y sin este feedback del que hablamos, a veces es muy complicado terminar viéndolo con claridad.

Tenemos cierto miedo al feedback, a dar nuestra visión y también a recibirla. Y la clave del crecimiento y mejora del desempeño a nivel profesional radica precisamente ahí; es fundamental vencer ese miedo para ampliar las posibilidades de crecimiento de nuestro talento. De no hacerlo, sencillamente nos estaremos poniendo límites.

Cuando además buscamos la máxima eficacia del feedback, lo mejor es recurrir a diferentes fuentes en busca del mismo. Cuando proviene no sólo de una persona, o de un profesional, sino que viene de muchos, como clientes, líderes, colaboradores, compañeros… la imagen que tendremos de lo que estamos transmitiendo será más real. Y, por supuesto, corresponde al líder asumir la responsabilidad de dar un lugar importante al feedback y así transmitírselo a su equipo.

A continuación detallo brevemente algunas claves fundamentales a tener en cuenta para sacar el máximo partido al feedback:

  1. Asumir y transmitir que se trata de una comunicación que beneficia al proyecto y que además permite, a nivel individual, a ser mejores.
  2. Trabajar la aceptación de las opiniones por cada uno de los miembros del equipo o de la empresa.
  3. Trabajar el hecho de que cada uno de los miembros del equipo se responsabilice del mensaje. Esto deja a un lado directamente los: «han comentado que…», «dicen…», etc.
    La clave está en hablar de acciones y hechos concretos y evitar siempre rumores o interpretaciones.
  4. Establecer un plan de acción de ayuda, tanto para el emisor como para el receptor, ayudará a que los miembros del equipo logren esa comunicación y sacar el máximo partido al feedback.