técnicas de autocontrol emocional para directivos

autocontrol emocionalNuestras emociones y reacciones entran en juego desde el momento en que jugamos en terreno laboral o profesional. Irremediablemente nuestra forma de ver y entender la realidad entra en contacto con otras perspectivas, con otras formas y actitudes diferentes, etc.

La rutina diaria en el trabajo de cualquier profesional implica diálogos con otras personas, debates, acuerdos… y todo ello exige un manejo cuidadoso de nuestras emociones si no queremos caer en u

na espiral de malestar, estrés y negatividad.

Todo lo anterior es aplicable a prácticamente cualquier profesional, pero cuando hablamos de directivos o altos cargos que tienen personal a su cargo, se torna aún más necesario e importante el control de las emociones.

En el post de hoy quiero daros tres técnicas sencillas de autocontrol emocional:

Busca el motivo de cada emoción

Hay momentos o circunstancias en los que nos sentimos de una manera determinada pero no sabemos o no tenemos del todo claro el motivo por el que nos sentimos así.

Es por ello que, cuando estamos en el trabajo y hay una emoción que nos invade, antes de actuar, lo mejor es hacer un repaso a esa emoción, analizarla y buscar el origen de la misma para después buscar la forma de sacar el mayor partido a esa emoción.

Ensayo mental

Lo que te propongo no es nada nuevo, de hecho es una de las t

écnicas más conocidas de autocontrol…

Esta técnica consiste en imaginar una situación en la que estemos a punto de actuar; imaginar que está ocurriendo en realidad, situarnos ahí…
Es muy común enfocarlo en la repetición de discursos y en la seguridad con la que debemos enfrentar ese momento.

Te invito a probar esta técnica, repetirla habitualmente. Estoy seguro que te será de gran ayuda.

Desconecta

Las situaciones que nos generan ansiedad y el estrés son fuertes enemigos contra los que debemos luchar. Porque estos estados y emociones no solo afectan de manera directa a nuestro estado ánimo, sino que inciden en nuestra salud física y mental.

Recurre a técnicas de relajación que te ayuden a desconectar y mantener a raya el estrés. Te lo agradecerá tu cuerpo, tu mente y también tu entorno.