En un mundo en movimiento, quedarse quieto es retroceder

reinventarse

Olvidamos con frecuencia que detrás de cualquier organización, detrás de las estrategias y detrás de conceptos que van apareciendo como clave, un buen ejemplo es la innovación, hay personas.
El cambio es constante y las personas que hay detrás deben cambiar de la misma manera. En muchas empresas, este cambio lo dan por hecho, pero lo cierto es que no siempre ocurre… es entonces cuando aparece la ‘caducidad laboral’.

Cada vez está más extendida la convicción de que el desempeño actual de un profesional no garantiza su desempeño futuro. El clásico reinventarse o morir; y reinventarse de forma productiva. Porque en un mundo en frenético movimiento, quedarse quieto es otra forma de retroceder. E invertir en uno mismo es la mejor y más segura de todas las inversiones.

Ahora bien, ¿por donde empezar un buen modelo de desempeño personal y morir en el intento?

El puesto de trabajo

El nuevo escenario presenta puestos de trabajo y profesiones cada vez más dinámicos, al punto de que muchos de ellos aparecerán y desaparecerán.
Más que en tu puesto de trabajo, pon el foco en lo que quieres y sabes hacer y en el núcleo profesional que quieres conservar. Más que plantearte cómo será la evolución de un puesto de trabajo o profesión, plantéate si se necesitará tu experiencia.

Conocimientos

Otra aspecto fundamental en el entorno laboral al que hoy hacemos frente. Es vital ser capaces de absorver conocimientos y aprender rápido todo lo que tenga relación con nuestro ámbito a nivel profesional, lo suficientemente rápido como para avanzar al ritmo en el que nuestro entorno avanza; si es un poco más rápido, mejor.

Competencias

Sobrevivir hoy en el entorno laboral requiere de nuevas competencias: empredimiento, autonomía, pensamiento crítico…
Como es lógico, cada profesión exigirá sus propias competencias, pero en lo que todas las profesiones coincidirán es en la exigencia de preparación y entrenamientos en las competencias necesarias. Y este, es uno de los grandes retos de los nuevos profesionales.

Motivación

Este modelo de desempeño se mueve por la energía que ponemos en nuestro trabajo, las emociones… no solo en el momento, sino al invertir todo ello en un futuro que no se ve con claridad.

 

Estos cuatro aspectos quizá no son suficientes, pero sí pueden ayudar a construir una base sólida para un modelo de desempeño que permita la evolución y constante reinvención y que nos garantice ir en línea con el constante cambio al que nos enfrentamos.