Cómo saber que NO estás listo para emprender

El emprendimiento es algo que se ha potenciado con la crisis. Y es que, en momentos difíciles, se agudiza nuestro ingenio. Ahora bien, a pesar de todo lo bonito que nos cuentan, emprender puede suponer la libertad para los que están preparados; pero lo que no nos cuentan es que puede convertirse en una jaula para los que no lo están. Y te preguntarás, ¿cómo saber que NO estás listo para emprender? 

no emprenderPrecisamente a esto es a lo que quiero dedicar el post de hoy, a hablar de esas señales que nos indican que, al menos de momento, no estamos preparados para iniciar la aventura que supone el emprendimiento.

Cómo saber que NO estás listo para emprender

No tienes motivación

Este es, quizá, uno de los primeros indicativos. Y probablemente uno de los más fáciles de detectar.

Es simple, para emprender necesitas motivación y autodisciplina. Si eres de los que precisa que alguien le diga lo que tiene que hacer, pisa el freno. Claramente, aún no estás listo para iniciar este camino.

No soportas bien la presión

Dirigir un proyecto, negocio o empresa puede ser, sencillamente brutal. Y eso, inevitablemente supone una gran presión.

Si eres de las personas que bajo presión se vienen abajo, si no aguantas el estrés… Antes de lanzarte a emprender, piénsatelo bien. Emprender supone vivir bajo presión y estrés de manera constante. Y quien te diga lo contrario, te está mintiendo.

No te apasiona lo que quieres construir

La pasión no lo es todo, ni siquiera es suficiente para lanzarse a iniciar un negocio. Sin embargo, sí considero que es una parte muy importante que debes tener en cuenta antes de tomar la decisión.

La pasión será, precisamente, la que te empuje cuando no te queden fuerzas. Será la pasión por tu proyecto la que te permita levantarte y seguir cuando las cosas no salen como habías planeado. Solo la pasión te permitirá continuar.

Si no te apasiona lo que vas a hacer, valora muy bien si realmente merece la pena y si, cuando lleguen las dificultades,  encontrarás un motivo lo suficientemente poderoso que te impulse a continuar.

 

Si sabes lo que quieres, ¡adelante! Pero si no estás seguro, el primer paso es la honestidad. Sé honest@ contigo mism@. Pregúntate qué es lo que quieres de verdad en la vida… y si dentro de eso que quieres está emprender, con todos sus riesgos y sacrificios te hará feliz, puedes estar seguro. Pero es mejor tomar la decisión en base a la sinceridad y con un plan trazado, para evitar que tu sueño se convierta en la jaula de la que hablaba al principio.

Gracias una vez más por estar ahí. Ya sabes que me encantará conocer tu experiencia y saber tu opinión al respecto.  Nos leemos la próxima semana.