En cualquier organización o compañía, desde las más pequeñas hasta las más grandes, hay un líder. Y la función, a nivel general de cualquier líder, es dirigir, guiar a su equipo en dirección a una meta, a un objetivo concreto.
Dentro de cualquier equipo, el talento juega un papel fundamental, ya que los logros y avances hacia el objetivo u objetivos dependen, en gran medida, del talento de los miembros que lo componen. Pero, ¿qué es el talento? Pues bien, el talento el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes con las que cada individuo cuenta y que marcan la diferencia haciéndole único.
Sin ninguna duda, el mejor recurso con el que puede contar cualquier organización o compañía, es el talento humano. Por eso y por todo lo anterior se torna imprescindible que el líder sea capaz de componer el mejor equipo…
En cuanto a los líderes, existen muchos tipos. Tantos que meterlos a todos en un solo post sería muy complicado. Hoy el protagonismo es para los líderes multiplicadores y los líderes acaparadores.
Liderazgo acaparador
Un líder acaparador es un líder que reserva para sí mismo la aportación de ideas, que no tiene en cuenta la opinión de otros, propenso a no escuchar; se trata de profesionales convencidos de que sin ellos el equipo no sería capaz de nada, estaría perdido. Un líder acaparador se considera a sí mismo un genio, el genio del equipo. El modus operandi debe ser siempre a su manera; o eso, o no se hace.
Ante este tipo de líder, hay dos posibles consecuencias: la primera es que por muy capacitado que esté el equipo, por mucho talento que tenga y por mucho que pueda llegar a aportar, con el tiempo, acabará anulado, dormido, desaprovechado, desmotivado; la segunda es que, los profesionales más activos, acaben abandonando y trabajando en otra compañía.
Lo cierto es que hay casos, especialmente los orientados a resultados, en los que este tipo de líder puede resultar muy efectivo. Pero será siempre una efectividad a corto plazo, ya que la negativa a escuchar y ante la aportación de ideas de los demás limita el crecimiento.
Como dice el refrán “don cabezas piensan mejor que una”. O al menos dos perspectivas pueden converger dando lugar a una solución cualitativamente mejor. Y si son más, mejor…
Liderazgo multiplicador
¿Qué multiplican los líderes multiplicadores? Pues precisamente eso que resulta tan importante para alcanzar cualquier objetivo y con lo que debe contar un buen equipo: el talento.
Los líderes capaces de multiplicar el talento se caracterizan por poseer una gran habilidad para descubrir genialidades en cada uno de los miembros que componen su equipo, por valorar y hacerles sentirse valorados por esas cualidades que les hacen diferentes y únicos.
Creen ciegamente en que cualquier persona cuenta con los recursos necesarios para alcanzar cualquier meta que se proponga… y esta creencia les empuja a trabajar en el crecimiento de los profesionales que componen su equipo, con la intención de que se conviertan en mejores profesionales y mejores personas.
En los equipos de este tipo de líder, no hay limitaciones ante las ideas. El trabajo es un trabajo en grupo y participativo, donde cada idea cuenta, donde florece la creatividad y los miembros del equipo asumen un compromiso necesario para alcanzar las metas. Los líderes multiplicadores incitan a cada uno de los miembros de su equipo a desarrollar su propio talento en pro de una causa común: alcanzar los objetivos de la compañía.
En un equipo liderado por un multiplicador no hay un genio, hay muchos. Y es que este tipo de líder es especialista precisamente en crear genios; sacar el máximo partido al conocimiento, habilidades y actitudes de cada componente del equipo.
Y en cuanto a la efectividad, este tipo de liderazgo permite lograr más en menos tiempo y sin límites.
Termino con una frase de John Maxwell que quizá lo resume bien: “Lidera personas y tus resultados crecerán. Lidera líderes y tus resultados se multiplicarán”.