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Lograr la excelencia en dos pasos fundamentales

excelenciaCualquier persona que conozcas o tengas como referente, que haya alcanzado la excelencia, es una persona que ha realizado un duro trabajo para lograrlo. Se puede ser muy bueno o tener habilidades innatas, pero si no se entrenan y se aplican bajo una estricta disciplina y compromiso, difícilmente se llegará muy lejos. Alcanzar la excelencia requiere de un claro sentido de la responsabilidad y una gran autodisciplina.

Situarte en un alto nivel dentro de lo lo que haces o el trabajo que desempeñas tampoco es cosa de dos días. A hablar de excelencia y referentes, muchas personas no terminan de ser conscientes de que los que hoy son los mejores, algún día estuvieron entre los peores, y que el triunfo sólo es una consecuencia del esfuerzo y empeño que han puesto para conseguir legar hasta ahí.

El primer mensaje que me gustaría lanzar y que quede muy claro es que situarse entre los mejores y alcanzar la excelencia es algo que solamente de nosotros mismos. En nosotros está el poder de conseguirlo, y también la libertad querer lograrlo.

El segundo mensaje es que existen dos premisas básicas que, si se cumplen, es muy probable que situarse a un nivel de excelencia y son:

Un compromiso firme

Adopta un compromiso contigo mismo firme, fuerte, verdadero y duradero; un compromiso que se mantenga inquebrantable pese al esfuerzo que sea necesario para alcanzar el objetivo.

Nadie que haya alcanzado la excelencia, en ningún hábito, se ha tomado su sueño como un simple deseo. Y esto es fundamental que lo tengamos en cuenta si queremos emprender un camino hacia la excelencia… Olvidemos el «me gustaría…» y sustituyámoslo por el «voy a hacer…», «haré…», «seré…», «tendré…».

Pasa a la acción

Nada evoluciona en la zona de confort. Y para que el compromiso adquirido tenga sentido y de sus frutos, se debe contar con un plan de acción y la voluntad de llevarlo a la práctica sin distracciones.

De nada servirá poner un poco de empeño si a la primera de cambio regresamos a la pasividad. No pierdas el tiempo, organízate de manera que puedas llegar a ser lo más productivo posible durante las horas que trabajas o invertirás en esa actividad o tarea que quieres elevar a la categoría exclente.

Y cuando algo desvíe tu foco de atención, recuerda por qué has empezado; para por un segundo y mira hacia atrás, sólo para recordar todo lo que has logrado ya, ¿lo vas a tirar por la borda? Y finalmente pon de nuevo tu vista al frente y bien alto, enfocando tu futuro, tu sueño y sigue avanzando…

Se trata de dos pasos sencillos que, con una gran fuerza de voluntad os puedo asegurar que se pueden dar, que se pueden cumplir y que al final siempre dan buenos frutos. ¿Por qué muchas veces parece tan complicado?, porque falta convicción o el deseo no esta fuerte como debiera o como se cree… Pero cuando realmente que se desea algo y se está dispuesto a conseguirlo, pasando a la acción y con una gran autodisciplina, cualquiera puede llegar tan lejos como desee, sea cual sea el campo o ámbito…

¿A qué esperas para ponerte en marcha hacia esa excelencia que tanto deseas?