Personas e innovación, la clave de la transformación digital
Vivimos en un contexto incierto, ambiguo, bastante complejo y volátil. Pero esta es nuestra realidad desde hace ya algún tiempo y a nadie le suena a nuevo. Sin embargo, no siempre sabemos como enfrentarnos a esta realidad y es un aspecto vital.
El camino no ha sido fácil, ni lo será. Estamos ante una situación complicada que exige que aprendamos nuevas cosas, pero también requiere que desaprendamos muchas otras.
Bajo estas circunstancias envueltas de incertidumbre, las organizaciones deben innovar para transformar estructuras, procesos, negocios y modelos de liderazgo.
Ahora bien, ¿cómo debemos afrontar la situación?, ¿cómo son as personas con las que tenemos que trabajar ese cambio? Y esta última pregunta es realmente vital, porque son esas personas el motor del cambio.
Escuchamos continuamente hablar o leemos sobre la tecnología como responsable de las situaciones que nos está tocando vivir. Y lo cierto es que no es así, el cambio no tiene tanto que ver con la tecnología, sino con cómo la tecnología está cambiando la vida de las personas. Y es que esta transformación afecta a la forma de pensar de las personas y también a los sistemas, procesos y cultura de la empresa.
Existen cauro agentes del cambio que debemos tener en cuenta para hacer frente a esta transformación:
Individual Interno
El primero es la persona desde su interior. Para que haya un cambio es necesario un cambio de consciencia.
Individual Externo
El segundo es la persona desde su exterior. Este agente hace referencia al dominio de técnicas, a la formación a las habilidades del individuo, etc.
Colectivo Interno
El tercero de los agente se refiere a la cultura de la organización: sus valores, su historia, etc.
Colectivo Externo
Y por último, el diseño organizacional. O lo que es lo mismo: rocedimientos, tecnología, procesos, políticas… de la empresa.
Mi experiencia me dice que en muchas ocasiones que se encuentran en proceso de cambio presentan un patrón de comportamiento similar, se tiende a poner casi toda la atención en la parte externa y menos en la interna. Sin embargo, es fundamental promover ese cambio desde los cuatro puntos para que pueda ser constante y profundo; y esto solo se consigue si se interioriza.