Factores que te alejan de tu objetivo
En varias ocasiones hemos hablado ya de la importancia de mantener el foco en el objetivo. Y lo cierto es que hoy, quiero abordar de nuevo el tema; esta vez centrándolo en los factores que hacen que nos alejemos de esos objetivos.
Pregúntate por qué y para qué haces las cosas
Tener la curiosidad despierta y preguntarnos por qué y para qué hacemos las cosas y, sobre todo, si lo que estamos haciendo nos acerca a nuestro objetivo, es clave. Y en este caso, cuando hablo de objetivos, puede ser desde algo muy simple como realizar una llamada telefónica, o algo más complejo como crear tu propia empresa.
Las distracciones son prácticamente incontables, ya que no solo se trata de las que tenemos a nuestro alrededor (teléfono, emails, etc.), sino también de las muchas que pueden aparecer en nuestra mente.
El ajetreo, la velocidad a la que gira el día a día, las múltiples tareas por hacer, nos complican sobremanera parar por un segundo y ser conscientes de las motivaciones (si existen) que nos llevan a realizar cada cosa.
Si te paras a pensar, seguramente hay un montón de cosas que haces en tu vida siempre de la misma manera y sin cuestionarte para qué las haces. A mí también me pasa. Y considero que estas cosas que realizamos sin cuestionarnos nada son nuestros peores enemigos, ya que se suele tratar de rutinas que no solamente no nos acercan a nuestro objetivo sino que nos alejan de él.
Todo eso que realizamos casi de manera automática nos roba tiempo, esfuerzos y energías que podríamos emplear en otras cosas, en otras tareas que sí nos ayudaran a avanzar hacia ese objetivo. Además, se trata de rutinas que no nos aportan un aprendizaje que podamos rescatar, ni siquiera, por lo general, cambios que generen nuevas oportunidades que podamos identificar y aprovechar.
Evita la multitarea
La necesidad o el afán por llegar a todo a tiempo nos empuja a realizar varias tareas a la vez. Queremos avanzar en todas las tareas pendientes y lo que logramos es precisamente no estar centrados en ninguna.
Está demostrado que el cerebro humanos es incapaz de realizar varias tareas a la vez. Lo que ocurre es que somos capaces de cambiar tan rápido de una a otra que tenemos la sensación de estar haciendo varias cosas al mismo tiempo. Esto nos suele provocar una falsa sensación de productividad, pero lo cierto es que lo que conseguimos es no mantener perder el foco.
Evita preocupaciones innecesarias y estrés
Las preocupaciones, los agobios y el estrés son otro de los grandes lastres que cargamos, a veces sin darnos cuenta de que nos alejan de nuestro objetivo.
Quizá esto es lo más complicado de apartar o de evitar. Pero realmente es necesario buscar la manera o un método personal y efectivo de evitar o al menos minimizar tanto estrés y preocupación, de lo contrario ese lastre nos impedirá avanzar.
Céntrate en el objetivo
Y esto es, probablemente, lo más importante: el propio objetivo.
Cuanto más te ilusione, te motive y te emocione ese objetivo, te aseguro que más pequeños se harán las piedras en el camino y más y mejor lograrás mantener el foco.
Te invito a realizarte estas preguntas que te ayudarán no solo a reflexionar, sino también a mantener el foco:
- ¿Es este realmente el objetivo que quiero alcanzar?
- ¿Realmente me motiva, me reta, me emociona?
- ¿Estoy realizando varias tareas al mismo tiempo?
- ¿Puedo posponer alguna de esas tareas?
- ¿Qué tan productivas o improductivas son mis tareas diarias?
- Esas tareas que son algo improductivas, ¿puedo cambiarlas o modificarlas para que me acerquen a mi objetivo?
- ¿Tengo alguna inquietud, preocupación o necesito solucionar algo que me genera estrés?
- ¿Podría realizar alguna actividad que me ayude a liberar ese estrés?