El coaching como herramienta para mejorar la oratoria
Llevamos la comunicación con nosotros, es parte de nuestras vidas, de nuestro día a día, de cada momento. Y es que no solo nos comunicamos hablando o a través de mensajes verbales, también lo hacemos a través de mensajes no verbales (con nuestro lenguaje corporal, etc.).
Para una buena comunicación, el emisor debe enviar un mensaje claro, limpio y directo para que el receptor lo entienda. Los problemas en la comunicación aparecen cuando el emisor o el receptor dan hechos, conocimientos o actuaciones por sentadas.
Aunque, existe otro gran muro que evita que fluya correctamente la comunicación; y es cuando el mensaje verbal entra en conflicto con todos los demás elementos no verbales.
Elementos de la oratoria que nos ayudan a mejorar la comunicación
Escucha activa
Es importante escuchar de forma activa y hacer saber al interlocutor que nos interesa lo que está diciendo. Pero, ¿cómo lo hacemos? El contacto visual es muy importante; resumir en la conversación lo que nos ha dicho antes de continuar la conversación también ayuda; haciendo que nuestros movimientos y gestos estén en sintonía con el interlocutor; y apelando siempre a la asertividad.
Adapta el mensaje según tu interlocutor
Es realmente importante saber y ser consciente de a quién te diriges, a quién le hablas para saber cómo debes desarrollar, elaborar o configurar tu mensaje para esa persona o audiencia en concreto.
Es también importante el lugar en el que la conversación tendrá lugar… Saber dónde estará nuestro interlocutor, o el público y cuál será nuestra posición con respecto a él/ellos nos ayudará a definir todo con más exactitud: nuestros movimientos, etc.
Comprueba que tu mensaje ha sido recibido como tú querías
Haz que el interlocutor repita el mensaje, de esta manera podrás comprobar que lo ha entendido.
Directo al grano
Dice un antiguo refrán que ¨lo bueno, si breve, dos veces nbueno». Y así es en este caso.
Enfoca tu mensaje y céntralo en lo importante haciéndolo lo más sencillo posible. Resulta muy importante atraer la atención del interlocutor al inicio de la comunicación; tengamos en cuenta que tras los primeros minutos el grado de atención comienza a bajar.
Para una buena, correcta comunicación, ésta debe ser fluida. Pero además debe estar desprovista de juicios, debe haber coherencia entre lo que se dice y el mensaje no verbal, apelar a la asertividad y ser enunciada en positivo.