Las preguntas que invaden nuestra mente cuando estamos en nuestro puesto de trabajo son diversas, pero la que más nos preocupa es ¿cómo ser más productivo en el trabajo?

como ser más productivoRelacionadas con esta pregunta, luego nos hacemos muchas otras como ¿a qué “tarea” de todas las que tengo le doy prioridad?, ¿cómo aumento la productividad sin perder calidad en mi trabajo?, ¿realmente consigo algo con los esfuerzos que hago?, ¿debería enfocar mi
producción de otra forma?

Para poder conseguir nuestro objetivo nos basaremos en el método de productividad GTD (Getting Things Done) desarrollado por David Allen, el cual, ha sido aceptado mundialmente como una de las metodologías más eficientes de organización personal.

Como ser más productivo

Para empezar, debes tener bien claro y definido lo que tienes que hacer.

Muchas personas aún no saben qué tareas tienen que desempeñar en su puesto de trabajo. Por ejemplo, un administrativo toca muchísimos ámbitos de la empresa, pero es crucial que defina desde un principio de la actividad laboral las tareas específicas va a llevar acabo: ¿hará las nóminas de los empleados?, ¿los presupuestos para los clientes?, ¿atenderá las llamadas de la empresa?, ¿llevará la agenda del jefe?

El modelo de productividad de David Allen te ayudará a disipar todas estas dudas que te surgen en el momento en el que trabajas.

Para implementar en tu vida esta metodología lo primero que tendrás que cambiar es tu vocabulario.

Siguiendo con uno de los ejemplos anteriores, si yo te pregunto ¿qué es para ti hacer un presupuesto?, seguramente me contestarías que es hacer una “tarea”; y si te pregunto ¿qué es un proyecto?, lo definirías como algo muy extenso, con muchas partes y complicado de sacar adelante en el futuro.

Pues bien, hagamos un cambio de chip. A lo que llamamos “tarea” lo vamos a definir como «acción»; esta acción debe ser indivisible y accionable, es decir, nada te puede impedir que la hagas inmediatamente.

Te pongo un ejemplo, la acción de hacer un presupuesto no podría llevarse a cabo si no tengo un listado de precios definidos de nuestros servicios, o no sé los servicios que el cliente requiere; por lo tanto la acción inmediata sería hacer un listado de precios.

Llamaremos proyecto a aquello que requiera más de dos acciones. Así que, si hago el listado de precios de los servicios y hablo con el cliente para ver qué servicios requiere, completaré las acciones con las que pueda llevar a cabo el proyecto que es la realización de un presupuesto.

Con este simple truco y entrenándolo cada día conseguirás en muy poco tiempo tus objetivos; y luego serás tú el que pueda enseñar a los demás a como ser más productivo.

Cuando estás haciendo algo, la atención es lo más importante. A través de ella proyectas lo mejor de ti en una sola tarea, en una sola persona, en una actividad… Pero lo cierto es que muchas veces estar atento no es suficiente. Si quieres aumentar tu eficacia, este es mi consejo: incrementa tu enfoque.

enfoqueEstar enfocado significa estar presente, ser consciente y saber lo que haces y con qué objetivo lo haces. Así, tendrás el control de la situación y podrás siempre reconducirla hasta alcanzar tu objetivo.

Llevado a la práctica el enfoque es:
Tener que entregar un informe. Ponerte a trabajar en él. Eliminar cualquier distracción e interrupción. Y además poner todos tus conocimientos, tu esfuerzo y tu talento en la elaboración de ese informe.

Puede parecer fácil, pero no lo es tanto. Vivimos en un mundo distraído y con cada vez más distracciones. Sin embargo, aunque no sea fácil, es necesario encontrar ese enfoque. O estaremos perdidos…

Cómo lograr enfoque

El enfoque no es algo innato; es algo que se crea, se construye y se propicia.

Y mi consejo es que, al menos en un principio, lo hagas en momentos puntuales. Escoge aquellos momentos que exigen ese «extra» en el trabajo, por ejemplo.

 

Vale, pero ¿cómo se construye?

Quizá ya te estabas haciendo esta pregunta…

Existen varias formas. Y lo cierto es que ninguna es mejor que otra. Cuestión de que practiques y decidas cuál es la más efectiva para ti.

Yo, en este post te propongo una técnica sencilla que me parece ideal para empezar a trabajar el enfoque:

Se trata de un ejercicio que debes poner en práctica antes de realizar una tarea, actividad o momento importante.

Antes de empezar esa actividad:

  1. Pregúntate: ¿qué es voy a hacer?, ¿por qué es importante para mí?, ¿qué busco con ello?
  2. Responde claramente: Voy a hacer… 

Te invito a poner en práctica este pequeño truco antes de cualquier cosa importante: una reunión con tu equipo de trabajo, realizar un informe, responder a un email, etc.

¿Qué sentido tiene esto? Es simple: la clave para conseguir enfocarte es ser totalmente consciente de lo que vas a hacer justo antes de comenzar a hacerlo.

Cuando hayas comenzado, recuérdate lo que estás haciendo… Repítete a ti mismo: Ahora estoy haciendo… 

¡Pruébalo! Eso sí, no lo hagas una sola vez. Hazlo en cada momento importante. E intenta repetirlo 4 o 5 veces al fía como mínimo… Cuando comiences a acostumbrarte a ello verás los beneficios.

 

Aprende a enfocarte en lo realmente importante y estarás aprendiendo a sacar a la luz la mejor versión de ti mismo justo cuando lo necesitas.

Existen dos clases de personas: los que logran el éxito una y otra vez y los que no. La pregunta es, ¿cuál es la diferencia entre los que logran un verdadero éxito y los que no? Y la respuesta es:

 «La cantidad de acción que toman»

tomar acciónEstas son las 10 reglas básicas para tomar acción masiva:

  1. Asumir responsabilidad

    El primer paso hacia el éxito consiste en asumir la responsabilidad y entender que solo depende de ti alcanzarlo.

  2. Tener mentalidad de abundancia

    Pensar que el éxito es solo para unos pocos afortunados es una creencia limitante que te impide avanzar.

    No existe la escasez de éxito. El éxito es para los que están dispuestos a alcanzarlo, para los que actúan ya… y los que no lo logran es porque han desistido demasiado pronto.

  3. Tener mentalidad de dominación

    Es habitual ver emprendedores y nuevos empresarios con ansias de lanzarse al mundo de los negocios a competir, a buscar la manera de ser mejor que su competencia: ERROR.

    El problema es que la clave no está en competir, sino en dominar.

  4. Obsesión

    Las tres reglas que hemos visto hasta ahora exigen una gran carga de trabajo. Y es este el motivo por el que la motivación, probablemente, no va a ser suficiente. No necesitarás solo estar motivado, sino también obsesionado.

    Y con estar obsesionado no me refiero a estar enfermo, sino en el grado suficiente como para que esa obsesión genere un sentimiento de enfoque.

  5. Capacidad de administrar cada segundo

    Administrar el tiempo minuto a minuto es la mejor manera de detectar hábitos y costumbres que te distraen o te hacen perder el foco.Administrar de esta manera te ayuda también a entenderte mejor a ti mismo…

  6. Cero excusas

    Las excusas es todo lo que haces y que evita que alcances tus objetivos. Una excusa nunca justifica lo que no haces, solo es una explicación que le das para sentirme mejor contigo mismo cuando realmente no has tomado la acción necesaria.

  7. Una visión diferente

    Si no estás actuando con la idea y el objetivo de explotar al máximo tu potencial, no solo te estás engañando y fallando a ti mismo y a tus sueños, sino también a tu proyecto o negocio.

Hablar de cómo mejorar el área de nuestra economía, debemos tener presentes una serie de creencias y juicios instalados que hemos de identificar y abordar adecuadamente si queremos avanzar.

Las consecuencias de estas creencias tienden a justificar pautas e ideas sobre el dinero distorsionadas.

El objetivo de este post es identificar algunas de esas creencias, más habituales de lo que podemos imaginar:

«Yo no entiendo de dinero y me llevo muy mal con él»

No hablamos de finanzas a una escala difícil de abordar. Cuando hablamos de tu economía, hablamos de que cualquier persona que sepa sumar y restar está capacitada para administrar su propio dinero.

Esta creencia solo sirve para eludir responsabilidades.

 

«Estoy en todo mi derecho de “gastar”(aunque sea a crédito)»

«La vida son dos días…», «con todo lo que trabajo…», «nadie me comprende…».

Todo este tipo de frases hechas solo sirven para evadirte de una vida con la que no te sientes a gusto.

 

«No merezco tener dinero»

Esta creencia es típica de personas conformistas que se sienten cómodos con salarios mínimos, los que evitan ascender por miedo a las responsabilidades, e incluso de los que cuando disponen de más dinero lo gastan de manera compulsiva.

Es, claramente, una creencia propia de personas con una baja autoestima.

El emprendimiento es algo que se ha potenciado con la crisis. Y es que, en momentos difíciles, se agudiza nuestro ingenio. Ahora bien, a pesar de todo lo bonito que nos cuentan, emprender puede suponer la libertad para los que están preparados; pero lo que no nos cuentan es que puede convertirse en una jaula para los que no lo están. Y te preguntarás, ¿cómo saber que NO estás listo para emprender? 

no emprenderPrecisamente a esto es a lo que quiero dedicar el post de hoy, a hablar de esas señales que nos indican que, al menos de momento, no estamos preparados para iniciar la aventura que supone el emprendimiento.

Cómo saber que NO estás listo para emprender

No tienes motivación

Este es, quizá, uno de los primeros indicativos. Y probablemente uno de los más fáciles de detectar.

Es simple, para emprender necesitas motivación y autodisciplina. Si eres de los que precisa que alguien le diga lo que tiene que hacer, pisa el freno. Claramente, aún no estás listo para iniciar este camino.

No soportas bien la presión

Dirigir un proyecto, negocio o empresa puede ser, sencillamente brutal. Y eso, inevitablemente supone una gran presión.

Si eres de las personas que bajo presión se vienen abajo, si no aguantas el estrés… Antes de lanzarte a emprender, piénsatelo bien. Emprender supone vivir bajo presión y estrés de manera constante. Y quien te diga lo contrario, te está mintiendo.

No te apasiona lo que quieres construir

La pasión no lo es todo, ni siquiera es suficiente para lanzarse a iniciar un negocio. Sin embargo, sí considero que es una parte muy importante que debes tener en cuenta antes de tomar la decisión.

La pasión será, precisamente, la que te empuje cuando no te queden fuerzas. Será la pasión por tu proyecto la que te permita levantarte y seguir cuando las cosas no salen como habías planeado. Solo la pasión te permitirá continuar.

Si no te apasiona lo que vas a hacer, valora muy bien si realmente merece la pena y si, cuando lleguen las dificultades,  encontrarás un motivo lo suficientemente poderoso que te impulse a continuar.

 

Si sabes lo que quieres, ¡adelante! Pero si no estás seguro, el primer paso es la honestidad. Sé honest@ contigo mism@. Pregúntate qué es lo que quieres de verdad en la vida… y si dentro de eso que quieres está emprender, con todos sus riesgos y sacrificios te hará feliz, puedes estar seguro. Pero es mejor tomar la decisión en base a la sinceridad y con un plan trazado, para evitar que tu sueño se convierta en la jaula de la que hablaba al principio.

Gracias una vez más por estar ahí. Ya sabes que me encantará conocer tu experiencia y saber tu opinión al respecto.  Nos leemos la próxima semana.

 

 

Con el paso de los años, el mundo digital nos ha invadido de una manera descomunal. Ha ido creciendo de forma progresiva. Se ha metido en nuestra vida familiar, comunitaria y, desde luego, en nuestro entorno laboral.
Prácticamente todo lo que usamos requiere de tecnología. Y esta, de igual forma se actualiza constantemente y requiere de profesionales que sepan adaptarse y reinventarse casi a diario, las nuevas profesiones digitales.

profesiones digitalesEn el mundo laboral ya se requiere dominar la tecnología casi  la perfección, para optar a cualquier puesto de trabajo. Todo se hace de forma digital, para casi cualquier puesto es imprescindible el uso y manejo de ordenadores, teléfonos, tablets… ya es casi tan importante como el dominio de idiomas.

Diferencias entre perfiles tecnológicos y perfiles digitales

El quebradero de cabeza viene para ese pobre encargado de recursos humanos de una empresa cuando no sabe definir de forma clara el puesto que ofrece. Y, evidentemente, tampoco sabe qué perfil debe buscar para cubrir esa vacante…

Esto viene como consecuencia de no saber diferenciar entre un perfil tecnológico y un perfil digital . Ello le acarrea una serie de problemas como, definir competencias, funciones, rangos de salario, el rol de ese
trabajador en la empresa, etc.

Pues para aclarar este punto, si te has encontrado en esta situación, los perfiles tecnológicos
son los que configuran y miden las nuevas herramientas, mientras que los perfiles digitales son
los que utilizan esa tecnología en los distintos ámbitos de una empresa.

En el último año se ha observado una creciente especialización de los puestos digitales ¿Pero
cuáles son las 10 profesiones digitales más demandadas?

Top ten de las profesiones digitales más demandadas

  1. CDO/Digital Manager
  2. Digital communication director
  3. Digital transformation project manag
  4. Digital marketing manager
  5. Inboud marketing specialist
  6. SEM&SEO specialist
  7. SEO specialist
  8. Social CRM manager
  9. RTB manager
  10. Traffic manager

Ser bueno y destacar como profesional digital requiere de ciertas características y habilidades técnicas como la capacidad de aprendizaje, toma de decisiones, inteligencia emocional, trabajo en equipo, creatividad, negociación, motivación o la resolución de problemas complejos… todas ellas habilidades que resultan imprescindibles para poder acceder a las profesiones digitales del futuro.

Contrario a lo que solemos pensar nuestra mente es nuestra peor enemiga: quiero lograr esto,
quiero hacer tal cosa, quiero conseguir esto otro, no descansaré hasta que obtenga esto… Eso
es lo que nuestra mente nos dice constantemente en todos los aspectos de nuestra vida, y es
en lo que se basa nuestro razonamiento del alcance de la felicidad, lo que necesitamos para
sentirnos bien y completos.
Hablemos, hoy, de cómo desarrollar la inteligencia positiva…

inteligencia positivaPensarás, que seguramente eso que comentaba al principio sea bueno, ya que centramos nuestra atención y nuestros esfuerzos en el alcance de metas. Sin embargo cuando nuestra felicidad depende de los objetivos que consigamos y esta sea la condición para encontrarnos bien, la cosa cambia, ya
que ésta puede esfumarse rápidamente si conseguimos lo que deseamos, porque nuestra
mente ya se ha fijado en su próximo objetivo, no nos da tregua a disfrutar de un período de
felicidad considerable.

La complicación se agrava cuando estamos en nuestro entorno laboral, este es en el que más.
Nuestra mente hace de las suyas y quiere, quiere, quiere, quiere…. no está contenta con su
puesto, no está contenta con el número de clientes, no está contenta con las condiciones; y
esto puede ser un problema, ya que intentamos superar todos los obstáculos. Y es que si los
logramos nos marca todavía más; esto hace que trabajemos constantemente angustiados por
el logro de resultados, alejando el bienestar del entorno de trabajo, provocándonos estrés e
insatisfacción con lo que hacemos.

¿De qué manera podemos desarrollar la inteligencia positiva, para que nuestra mente deje de
sabotearnos constantemente?

La inteligencia positiva plantea que; a mayor felicidad, mejor desempeño y mayor éxito,
invirtiendo los factores de la ecuación tradicional, que dice que debemos trabajar duro y consagradamente para alcanzar el éxito y así poder ser felices.

El neurólogo Shirzad Chamine define el “cociente de inteligencia positiva” como “el porcentaje
de tiempo que la mente actúa como nuestra amiga y no como nuestra enemiga”. Es por ello
que tenemos que entrenar nuestra mente a diario para acabar con nuestro juez interno, aquel
que siempre está ahí, evaluando todo, procurando hacer todo más predecible, más controlable
y, por consiguiente, procurando recrear un ambiente más seguro para nosotros.

Repite estas ideas cada día, genera nuevos hábitos de pensamiento y así podrás desarrollar tu
inteligencia positiva.

Cómo desarrollar la inteligencia positiva

  1. Anota tres cosas que te resulten gratificantes al final de cada día.
  2. Proporciona feedback positivo o reconocimiento a otra persona.
  3. Escribe un mensaje positivo para alguien de tu red social.
  4.  Medita en el despacho dos minutos.
  5. Responde positivamente a una crítica.
  6. Planifica tus objetivos.
  7. Busca una frase positiva para ti, que te anime a la acción y repítela con frecuencia.
  8. Tomate dos minutos para describir en un diario la experiencia más significativa de las últimas 24h.

No olvides que la superación o el fracaso de una persona parten de uno mismo.

Tener una agenda organizada y efectiva no es algo que se consiga de un momento a otro. Sin embargo, sí logras dominar esto, puedes hacer cosas que ni siquiera habías imaginado con tu tiempo. Es por ello que hoy quiero dedicar este post a darte algunos trucos para organizar tu agenda y optimizar tu tiempo.

organizar agendaNo digo que sea tarea fácil, pero sí que puedo ofrecerte grandes beneficios. ¿Estás dispuesto a salir de tu zona de confort? ¡Vamos allá!

Toma las riendas de tu tiempo

Gestionar una agenda es un hábito que se construye poco a poco. Un hábito que te permitirá controlar y administrar uno de tus bienes más preciados: Tu tiempo.

3 trucos para organizar tu agenda y optimizar tu tiempo

Dedica unos minutos al día a revisar tu agenda

Cada persona es un mundo. Y en alguna ocasión he comentado que no todos los sistemas de productividad son efectivos por igual para todo el mundo, por lo tanto, es totalmente válido querer organizar la agenda de manera semanal o quincenal en función de nuestras necesidades y hábitos. Sin embargo, es importante revisar y actualizar la agenda a diario.

Dedica cada día unos minutos a revisar tu agenda y actualizarla. No importa el momento… la mañana, por la tarde o por la noche; el mejor momento para ello es el mejor momento que a ti te funcione.
Lo que sí te aconsejo es que cada día revisa tu agenda a la misma hora, de esta manera se convertirá en un hábito.

Sé realista

Cuando definas el tiempo que vas a emplear para realizar cada tarea o actividad procura dejar cierto margen para realizarla con comodidad.

Se calcula que vas a realizar una tarea en una hora, procura destinarle una hora y cuarto, por ejemplo. Así podrás revisarla con tranquilidad o, si surge algún contratiempo, tener margen para acabar a la hora prevista. Si te sobra tiempo podrás emplearlo en otra tarea o destinarlo a otra en la que tardes más de lo previsto.

También es fundamental que controles el número de tareas y actividades que asigna a cada día. Sixto, sé realista.
Mi consejo es que no asignes más de 15 o 20 tareas a cada día. Por muchas ganas y motivación que tengas asignar más tareas o actividades puede llevarte a la frustración si no logra terminar.

Establece prioridades

Es muy común que, cuando alguien comienza a seguir una agenda, se queje de acabar enredado entre actividades cotidianas y mecánicas que le roban tiempo para realizar cosas más importantes o extraordinarias.

El problema aquí no es tanto de organización sino de prioridades. Todos disponemos del mismo tiempo cada día, 24 horas; la diferencia está en administrarla de manera eficaz o no.

Recuerda que el primero de los trucos que te he propuesto es dedicar un momento cada día a revisar tu agenda. No es por capricho, de esta manera podrá clasificar a diario cada una de tus actividades y tareas según su prioridad, sin dejar a un lado las cosas que también son importantes pero no urgentes.

 

Espero que estos tres trucos te resulten prácticos y efectivos. Y si conoces algún otro truco técnica o sistema que funciona, te animo a comentar y hacérnoslo saber.
Gracias una vez más por estar ahí. Nos leemos en el siguiente artículo, hasta entonces, asegúrate de ser muy feliz.

Muchas veces creemos que tenemos una gran capacidad de comunicación. A veces, sobre todo en el ámbito profesional, tanto es así que llegamos a pensar que no es nuestro modo de comunicarnos el problema, sino los demás los que no saben escuchar.

Antes de continuar hago un paréntesis para compartir con vosotros esta afirmación que hizo el científico Miller y que me parece que viene al caso.

Señalar los errores de los demás como justificación de nuestros problemas es el pasatiempo número uno de las sociedades individualistas. 

Retomando el tema, debemos ser conscientes de que el enemigo más grande del desarrollo personal puede llegar a ser nuestra forma de pensar. Si creemos ser perfectos y los demás no están a nuestra altura, difícilmente nos plantearemos cómo mejorar, ni mucho menos cómo mejorar.

Por experiencia te puedo decir que todas las personas tenemos unos puntos más fuertes y otros más débiles en lo que a nuestra comunicación se refiere. Y, sobre todo, no hay una sola persona en este mundo que no precise trabajar para mejorar su comunicación.

A continuación te facilito algunas claves para mejorar tu comunicación:

Conócete

Antes de realizar cambios, debes conocer cuáles son tus puntos fuertes y cuáles los más débiles. Los fuertes, mantenerlos y potenciarlos. Los débiles, trabajar para mejorarlos.

Una buena manera de comenzar es repasar los últimos encuentros que has tenido y en los que has puesto en práctica tu comunicación.
Describe tu estilo a la hora de comunicarte, pregúntate cómo te has comunicado, cuáles fueron las consecuencias que han provocado la forma en la que lo has hecho, qué herramientas has utilizado y cuáles han sido positivas o negativas, qué otras herramientas podrías utilizar, etc.

Ten actitud positiva

Una actitud positiva es fundamental para casi todo en la vida. En este caso no es una excepción.

Nuestras actitudes derivan de nuestras creencias, de nuestros sentimientos y de nuestras intenciones.

Y en cualquier acto comunicativo, nuestras actitudes, son tan importantes como nuestro comportamiento.

Estoy seguro que más de una vez te has ido de vacaciones y has regresado con la sensación de que no has logrado «Recargar las pilas».
Y es que a todos nos ha pasado que los primeros días de trabajo estamos nuestra energía no está precisamente elevada. Es por eso que he querido hacer este post que tiene toda la intención de que logréis descansar y a la vez tener unas vacaciones proactivas.

Vacaciones proactivasLa idea es que logres liderarte a ti mismo, no solo cuando estás en el trabajo, también mientras estás de vacaciones para lograr esas vacaciones proactivas de las que hablaba y a la vez desconectar y descansar lo suficiente como para regresar al trabajo con las pilas cargadas.

Tips para descansar y a la vez tener unas vacaciones proactivas

Sé realista

El primer paso es poner los pies en el suelo y tener claro cuál es y cómo es nuestra vida. Por lo general, nuestra vida no se parece nada a lo que es cuando estamos de vacaciones. Conciénciate y evita hacerte ilusiones subrealistas.

Afróntalo. pero sobre todo piensa, ¿qué harías durante todo un año de vacaciones?

Si eres un poco imaginativo se te ocurrirá muchas cosas. Bien. Pero sé sincer@ contigo e imágina un miércoles por la mañana en diciembre en ese lugar de vacaciones… ¿La imagen te gusta, te atrae, realmente quisieras eso? Si es así y puedes hacerlo, no lo dudes, hazlo.

Levántate temprano

Muchas personas no entienden unas vacaciones sin dormir mucho. Pero si te levantas temprano podrás programar todas las actividades y tareas, de manera que podrás luego disfrutar del día de una forma más relajada.

Si viajas, ¡ojo con el jetlag!

Si vas a hacer algún viaje de larga distancia, procura ajustar el reloj de tu cuerpo lo más pronto posible, para ello, evita alcohol e intenta beber mucha agua.

Automatiza la actualización de tu correo

No necesitas estar actualizando constantemente tu correo electrónico. En vacaciones, programa tu correo para que se actualice a determinadas horas y olvídate de actuarlizarlo o revisarlo cada 5 minutos.

Informa de que no estás en la oficina

Estás de vacaciones. Refuerza tus límites programando una respuesta automática en tu correo informando a las personas que te envían un email en estos días que estás de vacaciones y no estás en la oficina, pero que no vas a tardar en responder.