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Los primero es identificar lo que realmente es importante para ti, tanto a nivel personal como profesional. Sí, ya sé que esto puede resultar repetitivo; al fin y al cabo, es lo mismo cada año. Para que los resultados no sean los mismos que cada año, sino que como mínimo sean mejores, la pregunta es ¿qué vas a hacer para que este año sea diferente?

Debemos evitar que al mirar atrás y recordar experiencias de años anteriores te inunde el desánimo. Y para lograrlo sin morir en el intento la clave se encuentra en valorar tus progresos y también en ser objetivo.
Lo que quiero decir es que quizá no hayas logrados tus objetivos en su totalidad, pero seguro que has dado algunos pasos hacia él, o quizá has conseguido mejorar algo… Entonces, valóralo.

Las dos claves para lograr tus objetivos

Identifica lo importante para ti

Como decía al principio, una de las claves principales está en identificar lo que es realmente importante para ti; solo teniendo este punto muy claro tendrás un punto de partida desde el que comenzar a andar hacia tus objetivos.

En el entorno empresarial, y más concretamente en el entorno directivo, existe mucha insistencia en el liderazgo… y cuando hablamos de liderazgo, casi por inercia asociamos el término a la gestión de personas y de equipos. Sin embargo, podemos llevar este concepto más allá… y, cuando lo hacemos, aparece ante nosotros otras muchas áreas a tener en cuenta y en las que trabajar para identificar lo importante.

A este respecto, podemos diferenciar 4 tipos de liderazgo:

Liderazgo con uno mismo

Este tipo de liderazgo hace referencia a lo que somos, lo que hacemos y lo que decimos. Esto implica hábitos, aprendizaje, desarrollo personal, disciplina, proactividad y un largo etcétera.

Liderazgo a otro

Cuando además se lidera a otra persona. Debemos ser conscientes de que para liderar a otro es muy importante conocer a esa persona, preocuparnos por saber cuáles son sus inquietudes, sus necesidades, qué le motiva, cuáles son sus capacidades y habilidades, etc. Esto implica que cada persona necesitará un liderazgo diferente.

Este tipo de liderazgo incluye el desarrollo de la inteligencia emocional, empatía, tener conocimientos sobre estilos de comportamiento, etc.

Liderazgo dentro de un grupo o equipo

Este es quizá el liderazgo en el que todo el mundo piensa o conoce, el liderazgo de un grupo que consiste en dirigir, motivar, transmitir una visión, que recurre a la comunicación, el liderazgo que apuesta por delegar y confiar.

Liderazgo entre grupos

Es muy habitual que dentro de una empresa existan diferentes grupos de trabajo. En liderazgo entre grupos no solo se aplica sobre los líderes de cada uno de los grupos, sino también entre los miembros o componentes de los grupos.

Aquí entran en juego, además de aspectos comunes en los liderazgos anteriores, el establecimiento de redes, la mediación, el análisis social, etc.

Y, ¿qué tiene esto que ver con alcanzar objetivos?, te estarás preguntando. Pues en parte, aquí podrás encontrar la respuesta a qué es importante para ti a nivel profesional. Te invito a pensar en ello, reflexionar y realizar un análisis DAFO sobre cada tipo de liderazgo. Estoy seguro que, como mínimo, ese análisis te ofrecerá como resultado muchos aspectos a mejorar y una visión más clara de lo que quieres y de verdad te importa.

Rompe la norma

Es nuestra forma de ser uno de los grandes frenos para el cambio y para alcanzar nuestros objetivos. Y cuando hablamos de liderazgo y de alcanzar metas, el gran secreto radica en romper con la norma e integrar nuevos hábitos en nuestra rutina y nuestra vida.

Presta atención a lo que haces, a tu comortamiento, al camino que estás siguiendo en cada momento… y toma consciencia. Cuando estés actuando incorrectamente, alejándote de tus objetivos, ¡ROMPE LA NORMA! Debes entonces aplicar algún mecanismo que te recuerde el compromiso contigo mismo y te ayude a recuperar el rumbo hacia tus metas y tus sueños. 

emprendedor

En los últimos años las palabras “emprender”, “emprendimiento”, “emprendedor”… han ido cobrando, poco a poco, cada vez más fuerza. Y este concepto que en todo caso hace referencia a personas valientes que deciden, con sus propios medios y recursos adentrarse en el inmenso y complejo mundo de los negocios…
Pero ser emprendedor no habla solo de la profesión, sino también del estilo de vida de la persona que decide materializar si idea, sueño y proyecto.

Si te pidiera pensar en algún emprendedor, estoy casi seguro que tu mente te llevaría hasta Mark Zukergerg, el flamante creador de Facebook; Steve Jobs; o algún personaje similar. Quizá incluso te imaginas un camino más o menos similar cuando piensas en ti como emprendedor…
Sin embargo, debemos ser conscientes de que el camino no es fácil, que las condiciones pueden ser muy diferentes y también los resultados. La realidad es que emprender es difícil.

Encontrarse de frente con la realidad es, quizá, lo que desanima a muchos que tenían la idea equivocada de que emprender es sinónimo de tener éxito de manera automática. Esto no es así, no siempre.

No te resignes

La vida no siempre es justa y debemos afrontarlo. Por injusto que parezca, siempre habrá personas con más posibilidades de alcanzar el éxito en un proyecto: educación, situación económica, situación social… Ahora bien, esta realidad no debe limitarse no condicionarte si sabes lo que quieres y estás dispuesto a luchar por conseguirlo; no dejes que las circunstancias se conviertan en una barrera que te frene o te impida avanzar. No te resignes a aceptar el destino; crea tu propio destino. Lucha. 

Sé el mejor

Si algo tienen en común todos los emprendedores exitosos, estoy seguro, ese es el espíritu de autosuperación. No se trata de ser mejor que otros ni conseguir más que los demás, sino de superarte cada día, ser cada día mejor para vivir mejor.

Independientemente de que logres o no crear una gran fortuna, si al final de tu vida has logrado ser la mejor versión posible de ti mismo, puedes darte por satisfecho.

Recuerda que «somos lo que hacemos de forma repetida. La excelencia, por lo tanto, no es un acto, sino un hábito«. Y he ahí unade las claves del éxito: constancia, disciplina, esfuerzo y trabajo duro. 

El mejor consejo para un emprendedor

Por todo lo anterior, si estás pensando en emprender, el mejor consejo que te puedo dar es que te levantes cada mañana con las ansias de ser un poco mejor. Y que te acuestes habiendo hecho algo para conseguirlo.

Convierte la idea de ser mejor cada día en un hábito de tu rutina diaria que te permita cada día analizar y revisar tus fortalezas y debilidades para así encontrar la forma de alcanzar las metas establecidas.

Si otros ya lo han hecho, tú también puedes. Deja de ponerte excusas, plántale cara a tus miedos y pasa a la acción… Paso a paso, con decisión. Porque, te aseguro que cuando lleguen de nuevo estas fechas dentro de doce meses y mires atrás, de lo único que te arrepentirás es de no haber comenzado ahora.

¡Feliz Año Nuevo!

hacer balance

Como cada año por estas fechas, comenzamos a hacer análisis y balances de lo sucedido en estos doce meses que han pasado desde que nos propusimos alcanzar tantas metas, ¿te acuerdas de los objetivos de año nuevo que te marcaste el año pasado?

Evaluar cómo nos ha ido es una fantástica idea que os animo a poner en práctica no solo a nivel personal, sino también con los objetivos a nivel profesional o los de tu negocio.

¿Cuáles eran tus expectativas para este año?

Nos cuesta recordar. Estoy seguro que si echas la vista atrás tendrás que hacer un esfuerzo para recordar todos los objetivos que te marcaste a principios de año. No te preocupes, es algo que nos pasa a todos…

Merece la pena mirar atrás y ver, desde donde estás ahora, la persona que eras hace doce meses.

¿Qué objetivos has alcanzado?

Ahora, te invito a hacer una lista de los objetivos alcanzados. ¿Cuáles son las metas que has cruzado?

No se trata simplemente de que te recrees en tus logros, sino de que seas consciente de ellos. Muchas veces vemos esos logros como simples acciones y no le damos el valor que realmente tienen, ni siquiera nos damos cuenta de lo orgullosos que nos hace sentir el haberlo logrado.

¿Qué te ha dado este año 2016 por lo que estás agradecido/a?

No es la primera vez que os hablo de la importancia de practicar la gratitud. Bien, pues es un momento perfecto para agradecer por todo lo bueno que nos ha traído y dejado este año que pronto acabará.

Dar las gracias es como una cadena que va creciendo a medida que precisamente vamos agradeciendo, nos hace darnos cuenta que son muchísimas las cosas por las que podemos sentirnos agradecidos y a la vez nos ayuda a pensar en positivo.

Los errores, ¿qué has aprendido de ellos?

Todos, sin excepciones, cometemos errores. la clave está en no verlos como fracasos, sino en una oportunidad para mejorar y aprender.

Haz balance también sobre los errores cometidos y lo que te han enseñado.

¿Qué cosas han funcionado?

Piensa en las acciones que has realizado y te han funcionado, ayudado a mejorar… y que quieres seguir implementando en tu vida o tu trabajo el próximo año.

¿Qué no ha funcionado?

De la misma manera, habrá algunas cosas que no han funcionado de la manera que debían hacerlo o que tenías en mente. Éstas, déjalas ir; o simplemente déjalas de hacer.

¿Qué consejo le darías a la persona que eras hace 12 meses?

Mira atrás y, ya con el camino recorrido, piensa en ese consejo que le darías desde la experiencia a la persona que eras hace doce meses.

Ese consejo, de alguna manera, resume tu aprendizaje a lo largo del año. Y no hay mejor forma de comenzar el nuevo año afrontando los nuevos restos desde este punto de partida.

 

Incertidumbre: Falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud.

incertidumbre

La sola palabra, «incertidumbre», a la mayoría, ya nos provoca algo que nos hace frenar. Nos gusta tenerlo todo controlado, planificado y saber el resultado. Sin embargo, ¿es posible tener todo bajo control?

El caso es que, dependiendo del tipo de persona que seas, la incertidumbre te afectará más o menos. Si eres una persona analítica casi con seguridad te afectará mucho más que a una persona que no lo es y se deja y permite fluir.

Nuestro estado de ánimo juegan un papel muy importante a este respecto y sobre el hecho de que podamos controlar o no las situaciones a las que debemos hacer frente. Si nuestra autoestima es fuerte y sólida, parece que podemos con todo; sin embargo, las mismas situaciones en un momento bajo, no pueden llevar a la toma de decisiones poco apropiadas.

Hay ocasiones en las que tomamos decisiones bajo la certeza en la que existe una relación directa entre causa y efecto. Pero lo cierto es que esto no es lo más habitual, son muchas las variables que se tienen que dar para tener una situación totalmente bajo contol y saber lo que ocurrirá, prever lo que terminará ocurriendo. Ante esta realidad, lo mejor es tener varios planes a los que podamos recurrir si el plan A nos falla.

Es un tema realmente interesante y apasionante que da mucho de sí…

Esta vez, en lugar de escribir sobre la incertidumbre quiero invitaros a escuchar este programa de radio en el que hablamos largo y tendido de incertidumbre y sobre cómo aprender a vivir, convivir y bailar con ella.
Mi entrevista comienza a partir del minuto 55.

Espero que os guste y os ayude. Ya sabéis que me encanta conocer vuestras opiniones y vuestra visión, así que además aprovecho para invitaros también a comentar y compartir lo que pensáis, vuestras dudas, etc.

 

superar-miedo-al-fracaso

Comienza la recta final de este 2016. Y con ella llegan los balances, nuevas ilusiones y los nuevos propósitos y retos para el año que viene. ¿Has hecho ya tu lista de propósitos para el 2017?

Te invito a añadir un propósito más a tu lista: superar el miedo al fracaso.

«El fracaso es la clave del éxito. Cada error nos enseña algo.» —Morihei Ueshiba—

Un fracaso es un indicador de que la manera en la que estamos haciendo las cosas no es la correcta, adecuada o indicada. Es así como debemos verlo. Y tener siempre presente que de cualquier error, siempre hay algo que aprender; si rescatamos el aprendizaje de cada caída, el nuevo intento lo ejecutaremos con más inteligencia y muchas más posibilidades de alcanzar el éxito.

A continuación te dejo algunos consejos prácticos que te ayudarán a superar el miedo al fracaso:

A la hora de tomar una decisión

  • Piensa en el riesgo, ¿qué puedes perder?
  • Visualiza la recompensa que obtendrías
  • Entre el blanco y el negro siempre hay una inmensa gama de grises, busca el equilibrio entre permitir que el miedo te paralice y lanzarte a la piscina sin comprobar antes si hay agua.
  • Haz una lista de los recursos y herramientas de los que dispones
  • Conócete. Es importante que conozcas tus defectos y limitaciones. Y, por supuesto, que estés dispuesto a solventarlas a través de tus cualidades.
  • Si decides ir adelante, asegúrate de que tus expectativas y los objetivos que te marcarás son realistas.

El éxito o el fracaso también son cuestión de actitud

  • Perfeccionismo
    En ocasiones, invertir demasiados esfuerzos a los pequeños detalles y aspectos secundarios, nos roba tiempo y energías que podríamos dedicar a otros más importantes. 
    Miedo al excesivo

    ¿Alguna vez te ha ocurrido que constantemente piensas y te repites que no puedes, que no sabes, que no lo lograrás, que no serás capaz?
  • Demasiada confianza
    Cuando hay justo lo contrario, un exceso de confianza, tendemos a asumir más responsabilidades de las que podemos.
  • Falta de flexibilidad
    En saber adaptarnos a los cambios y ser capaces de modificar nuestras ideas es fundamental, pues no siempre las cosas van a ser como pensamos, planeamos o deseamos.

Tips para superar el miedo al fracaso

  1. Cuestiona todo y cuestiónate a ti también. Antes de renunciar, ponte en la peor situación, ¿qué es lo peor que podría pasar si te arriesgas?
  2. Pasa a la acción. El miedo te paralizará, lucha contra esa parálisis y pasa a la acción, solo así podrás vencerlo.
  3. Detecta y deshazte de tus pensamientos negativos. Se te pasarán mil cosas por la cabeza, es importante que los pensamientos negativos no te dominen, apártalos.
  4. Conciénciate de que no todo tiene que salir siempre bien a la primera. En la capacidad de persistir está la clave.
  5. Escucha las opiniones de los demás, valóralas y aprovecha todo lo que te pueda servir; pero no dejes que los demás decidan por ti, ni que sus opiniones influyan en tus decisiones. Tu vida es tuya.

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Seguro sabes perfectamente qué es una carta de presentación. Sin embargo, ¿conoces el término carta de motivación?

Una carta de motivación es una presentación. Te presenta como profesional y/o experto y ofrece a  reclutadores y responsables de RRHH información adicional que, por lo general, un currículum vitae  no suele proporcionar.

A través de una carta de motivación el profesional hace evidentes los motivos por los que está interesado en el puesto y las motivaciones que le han impulsado a enviar su CV a la empresa.
En ella se suele hablar de las calificaciones que requiere el puesto vacante al que aspira y muchas otras informaciones que no tienen cabida en el CV.

Diferencias entre una carta de presentación y una carta de motivación

La diferencia entre carta de motivación y carta de presentación es muy pequeña, y tan solo el fin para el que redactamos la carta las diferencia.

La carta de presentación se utiliza como acompañamiento al CV para mostrar habilidades y beneficios que podrías aportar a la empresa, ya que este tipo de cartas, se suelen dirigir en su mayoría a la búesqueda de empleo.

La carta de motivación está más orientada hacia la búsqueda de prácticas, primeros empleos o becas de estudio.

Qué debe tener una carta de motivación

Lo primero y más importante es que debe ser totalmente personalizada y adaptada a conciencia para cada puesto de trabajo. De nada te valdrá hacer una carta de motivación genérica que utilizar con cualquier puesto o empresa.

Puedes aprovecharla también para incluir calificaciones que quizá no son requeridas por el puesto en cuestión, pero que podrían ser importantes y aportar valor a la empresa.

Por qué debes incluir una carta de motivación en tu CV

Una carta de motivación junto a tu CV, aportará información adicional de gran interés para los reclutadores, por lo que, sin ninguna duda, aumentará tus posibilidades de ser seleccionado para ese puesto al que te has presentado como candidato y que te gustaría tener.

 

 

Imaginemos que eres periodista y existe una vacante como redactor en un periódico. El puesto exige a los candidatos reunir una serie de requisitos: formación específica, dominio de herramientas y programas específicos, etc.

Tu CV contará con todos esos datos requeridos: estudios y título, puestos desempeñados, conocimiento de las herramientas necesarias para desempeñar el puesto, etc.
Sin embargo, existen informaciones que no alberga y que podrían ser decisivas a la hora de ser seleccionado. Por ejemplo: tu capacidad de trabajo en equipo, tu capacidad para la toma de decisiones, habilidades, etc. Es todo esto lo que debe albergar tu carta de motivación.

 

 

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Los líderes no siempre son directivos. Aunque sí deberían ser todos los directivos buenos líderes; claro que esa es una regla que no siempre se cumple.

En muchas ocasiones hemos hablado en el blog sobre liderazgo y las características de un buen líder. Y alguna vez, quizá, incluso hemos mencionado que un directivo que sabe liderar no sólo da órdenes, sino que se convierte en su propio mensaje: su ejemplo ofrece justo lo que pretende ver en los miembros de su equipo.

Pero como decía, no solo los directivos pueden ser líderes. De hecho, cualquier persona puede ser líder en algo, independientemente de su puesto o cargo: porque cuenta con alguna habilidad que destaca, porque contribuye a crear un buen clima en el ámbito laboral, por su comportamiento, etc.

Estos pasos te ayudarán a aumentar el liderazgo en tu empresa:

Pon el foco en lo importante

Identifica todas la esteras y prioriza entre ellas, primero en las que te encuentres más implicado. La disciplina será tu aliada.

Genera confianza

Acércate a las personas. Alimenta tu relación con ellas de confianza. En los momentos complicados, es la confianza la que sostiene las relaciones entre compañeros, del equipo, etc.

Da las GRACIAS

Mostrar tu gratitud a las personas con las que trabajas es fundamental para mantener las buenas relaciones y para el desarrollo del liderazgo. Es vital valorar las acciones, el trabajo y el esfuerzo de los demás y agradecerlo cuando lo que hacen te beneficia o beneficia al conjunto.

Ayuda

Si quieres que tu liderazgo vaya in crescendo, no debes centrarte solo en tu propio desarrollo. Ayuda a los demás, en todo lo que puedas, también a crecer.

Escucha

Dedica tiempo a escuchar los que piensan los demás. Las ideas, las críticas, las sugerencias, las dudas… deben ser escuchadas y tomadas en cuenta para mejorar y tomar acción; deben verse como una herramienta para detectar puntos de mejora, para innovar, etc.

Haz frente a las decisiones importantes

Enfrentar los problemas y tratar de tomar las mejores decisiones te convierte en un líder efectivo.

Los problemas no se solucionan por sí solos. Darles la espalda o delegarlos, puede aumentar los riesgos. Un buen líder saber que los problemas se miran de frente, con decisión y la madurez y responsablidad que requiere.

Prepárate para afrontar situaciones conocidas y estudia lo que no conoces

Un buen líder se hace con preparación para destacar en los presente y conocido. Pero solo tener en cuenta lo que se conoce no es buena idea, ser previsor ante lo desconocido le permitirá y ayudará a destacar aún más.

 

 

 

proyecto

Proyectos, casi toda nuestra vida gira en torno a ellos. Y son los proyectos los que nos permiten alcanzar grandes logros. Aunque, comenzar, no es fácil, no intentarlo no debe ser una opción; sin embargo, vemos a menudo como la continuidad y el éxito de un proyecto o su fracaso, va marcado por los primeros pasos a la hora de comenzar el camino.

Y a esto último dedico este post, a los primeros pasos, algunos pasos clave y fundamentales a la hora de comenzar un nuevo proyecto o afrontar un nuevo cargo o trabajo.

Un proyecto es una construcción a largo plazo que requiere de paciencia para ir superando las diferentes etapas a través de las tareas y acciones necesarias y predefinidas.

¿Tienes algún proyecto o cambio en tu vida? Estos son los pasos que yo considero clave a la hora de comenzar:

¿Estoy preparado para asumir este nuevo proyecto?

Comenzar o poner en marcha es fácil y suele generar un chute de adrenalina y satisfacción.  Pero, continuar no será tan fácil y requerirá de autodeterminación, disciplina, constancia, confianza y motivación. Por eso considero clave que, antes de embarcarnos en un nuevo proyecto, nos preguntemos ¿realmente estoy preparado para asumir este nuevo proyecto con todo lo que implica? 

Empezar por empezar o comenzar puede llevarnos justamente a los contrario cuando tengamos que enfrentarnos a la realidad y asumir el fracaso o el abandono. Mi consejo: embárcate solo en aquellos proyectos para los que sí estás preparado y que realmente quieres terminar o llevar lejos.

Divide y vencerás

Los hemos comentado ya otras veces en el blog: ante cualquier objetivo o meta, divide y vencerás.

No importa si tu proyecto es grande o es pequeño, dividirlo siempre te ayudará a avanzar hacia tus objetivos. Divide en etapas, fases, partes, tareas… ¡Divide!

Yo suelo hacer compararlo con un puzzle. Tu proyecto, sea el que sea, es como un puzzle; y debes descomponerlo por piezas, para armarlo completamente. Esto es lo que te permitirá distribuir el trabajo a lo largo del tiempo y posteriormente traducirlo en acciones y tareas.

Qué NO depende de ti

Fundamental. Y uno de los grandes errores que se comenten al empezar. Es muy importante hacer un análisis por todas las actividades e identificar, lo antes posible, aquellas que no dependen de nosotros, que no podremos asumir personalmente y que deben realizar otros; así como las cosas que debemos conseguir o pedir para llevar a cabo nuestro proyecto.

Una vez identificado todo ello, ponte en marcha para conseguirlo. Porque sin ello, será muy complicado. Es importante poner en marcha lo que depende de otros, porque tendrá otro ritmo, y suele ser más lento del que deseamos o prevemos.

Calcula el volumen de trabajo

Saber cuál es el volumen de trabajo, es muy importante. No se trata de un cálculo exacto, solo de una estimación inicial que te permita organizarte. Pero tampoco se trata de adivinar o suponer. Es en este momento cuando debes recurrir a tu experiencia e incluso a tu intuición para guiarte en este sentido.

No me gusta utilizar la palabra pesimista, pero sí te aconsejo que seas conservador.
Es normal en un principio dejarnos llevar por la emoción de emprender algo nuevo; en esos momentos solemos ver todo muy bonito. Enfría un poco tu mente y trata de ponerte en el peor de los casos; como decía, ser algo conservador a la hora de estimar el volumen de trabajo.

¿Cuándo lo vas a hacer?

Y con este quinto paso llega el primer reto serio: ¿cuándo lo voy a hacer?

Te aconsejo hacer del calendario tu mejor amigo. Cualquier proyecto, grande o pequeño y del tipo que sea, exige, sobre todo, constancia; así que necesitas sacar tiempo para cada día dar un pasito más hacia los objetivos definidos. Tendrás que reservar o bloquear tiempo propio y, quizá, exigir plazos también a los demás.

Recuerda que tu día seguirá teniendo 24 horas. Por ello, es posible que debas renunciar a algo, o dedicar menos tiempo a otras cosas. Si quieres llevar tu proyecto adelante, deberás hacerle hueco:  marca en tu agenda cuándo vas a llevar a cabo cada acción.

amar lo que haces

El trabajo es algo a lo que dedicamos muchas horas cada día, tanto los que trabajan de manera autónoma o en su propia empresa, como los que trabajan por cuenta ajena. Ello implica gran parte de nuestra vida que dedicamos e invertimos en algo que, si no nos gusta y apasiona, puede ser muy complicado y hacerse demasiado duro.

La idea de escribir sobre este tema me vino a la cabeza al encontrar este artículo que habla de una encuesta que desvela que un empleo que odias, a nivel psicológico, es peor que estar desempleado

Fácil decirlo, pero las facturas no se pagan solas a final de mes… —pensarás—.

No van por ahí mis tiros. No te aconsejo que renuncies a tu empleo aunque sea infeliz en él; pero si me atrevo a decirte que si tu actual empleo tiene tanto impacto sobre tu bienestar, quizá valga la pena mejorar el que tienes.

No se trata de romper con todo y lanzarse a una piscina sin comprobar antes su profundidad, ni de cambios radicales. Se trata de tomar la decisión de cambiar tu vida laboral a mejor y concentrarte en cambios pequeños y estratégicos.

Lo que te gusta hacer, hazlo más

Probablemente tu cargo te dicte las tareas que debes realizar y defina muy bien tus responsabilidades. Pero si encuentras la forma de potenciar o hacer más de la parte del trabajo que más te gusta realizar o incorpora al mismo algo con lo que disfrutas, aumentará tu motivación y mejorará tu actitud.

No siempre es fácil y muchas veces tendrás que exprimir toda tu creatividad. Pero seguro que hay una manera… O siempre puedes ofrecerte a ayudar en otra área o departamento que te interese más.

Búscale el sentido a tu trabajo

Para encontrar el sentido a algo debemos buscar en aquello que ofrecemos, en cómo podemos o estamos ayudando a los demás o, en este caso, a tus comapñeros, a tu empresa o a tus clientes.

Enfócate en la motivación que hay detrás de eso que haces más que en el trabajo en sí.

Otra forma que te puede ayudar a encontrar ese sentido a lo que haces es centrarse más en las relaciones interpersonales en el trabajo. Socializar y entablar buenas relaciones puede mejorar tus días, tu vida y tu motivación.

 

La clave está en buscar formas de ayudar a otros. Cuanto más das, mayor será el sentimiento de que tu tiempo y energías están siendo bien invertidas… Y eso, sin duda, hará que ir al trabajo sea mucho más fácil y agradable.

Tú, ¿eres feliz en tu empleo?, ¿amas lo que haces? Y, si tu respuesta es negativa, ¿estás haciendo algo para mejorarlo? Me encantará conocer tu experiencia.

 

buen-profesional

Los hábitos son las más poderosa herramienta que tenemos al alcance de nuestra mano par convertirnos en excelentes profesionales. Cuidar los buenos hábitos, invertir tiempo y esfuerzo en ellos, modificar los que se pueden mejorar, potenciar los que nos ayudan a ser mejores, etc.

Hoy quiero hablaros de algunos hábitos realmente sencillos, pero que exigen compromiso y constancia; sin embargo cuentan con un gran poder:

Tiene objetivos

Todo buen profesional tiene se fija objetivos. Tener objetivos es, sin duda, la manera de crecer, no solo a nivel personal, sino también profesional.

Te invito a decidas qué quieres conseguir y, una vez decidido, o tengas siempre presente.

Se marca retos

Cualquier objetivo puede implica retos: siempre puedes hacer las cosas de una manera diferente, siempre puedes tratar de generar un impacto diferente o mayor… Marcarte retos te ayudará a tomar impulso, te permitirá comprobar que siempre puedes dar más y que siempre podrás llegar un poco más lejos.

El aprendizaje es fundamental

No se entiende un buen profesional que no tiene interés por aprender, que no invierte en saber y conocer, que no tiene inquietudes…

Si no te planteas sacar algún aprendizaje de cada reto, realmente no estás creciendo, sigues en tu zona de confort. Ábrete al aprendizaje, identifica qué competencias necesitas pulir, aprender o mejorar para darle más valor a ese objetivo y reto que te has fijado.

Busca inspiración

La inspiración es fundamental en un buen profesional: busca lee, aprende, anota y relaciona ideas, opina, crea hipótesis, pide opinión, comenta, juega, comparte… ¡Se inspira!

Pasa a la acción

De poco o más bien nada sirve todo lo anterior si no pasa a la acción. Es por ello que un buen profesional siempre cuenta con un plan de acción y está dispuesto a comenzar a trabajar, planifica, identifica los obstáculos, replantea y redefine si es necesario, se marca plazos, pide ayuda cuando es necesario y celebra cada avance.

 

Estos 5 hábitos, sin duda, son una buena base y guía para cualquier líder o mando intermedio. Incluso resultan ideales para aquellas personas que se encuentran en un proceso de búsqueda activa de empleo.

Te invito a reflexionar sobre qué hábitos ya has adquirido y cuál o cuáles te faltan para ser un buen profesional…