cultura digital

El entorno cambiante en el que vivimos se hace con el protagonista y resulta imprescindible entenderlo y adentrarnos en lo que está ocurriendo en el mundo virtual que ya, en mayor o menos medida, forma parte de nuestras vidas. Y es por ello que desarrollar una cultura digital en la organización comienza a tornarse imprescindible por multitud de motivos: para crecer, para que los demás sepan que existes, para poder competir, para vender… 

Pero para hablar de la implantación de una cultura digital en la empresa, debemos partir de una asentada cultura organizacional. Y lo cierto es que, cultura organizacional siempre hay, otra cosa es que se haya pensado o no en ello antes; y si no se ha hecho, quizá es momento de hacerlo.
Pensar en ello implica definir qué identifica y caracteriza a la empresa o marca. Una vez identificados estos aspectos se torna necesario documentarlos y compartirlos con todos los componentes de la organización con el objetivo de que todo el mundo tenga claro dónde está y para qué está ahí.

Si la compañía ya cuenta con una cultura organizacional a conciencia, y estudiada, o si ya se ha puesto manos a la obra para definirla, entonces implementar una cultura digital supondrá simplemente un cambio de hábitos. Así, tan simple y tan compejo a la vez.

Ese cambio de hábitos necesario ha de producirse en las personas que conforman la organización. De ahí lo de complejo. Las personas tenemos cierta tendencia a mantenernos en nuestra zona de confort, a evitar salir de ella; y cambiar de hábitos supone abandonar la zona cómoda y resistirnos psicológicamente a los cambios.

El boca a boca, las recomendaciones, no solo funcionan también en el mundo digital, sino que su efecto es multiplicador gracias a la multicanalidad. Los comentarios, opiniones y recomendaciones sobre una marca, producto o empresa, son tenidos más en cuenta por otros usuarios que la publicidad o contenidos que la propia marca crea y lanza.

Si la compañía logra hacer de sus colaboradores embajadores de su marca, tendrá gran parte del terreno ganado.

innovar

En alguna ocasión hemos hablado aquí, en el blog, de la innovación a nivel empresarial como un imperativo de negocio hoy, un imprescindible para la supervivencia de las organizaciones. Quizá, de lo que no hemos hablado tanto es de la innovación a nivel personal.

Estamos en una época de constantes cambios y para abordarla, es muy complicado haciéndolo con aquello que nos ha funcionado años atrás, ya que lo que nos aguarda es es totalmente diferente a lo que hemos conocido hasta el momento.
Las tengas más o menos arraigadas, te guste más o menos, lo cierto es que la manera de trabajar antes  solo tenía sentido antes, porque esa forma nació para resolver problemas de antaño que hoy ya no son relevantes.

La innovación a nivel empresarial no es totalmente ajena a la innovación personal.
La innovación empresarial transforma las empresas e industrias; y la innovación personal transforma a las personas y permite mejorar sus capacidades para desenvolverse e interactuar con la nueva realidad. Por tanto, no es suficiente con que las empresas innoven, sino que es fundamental que también las personas lo hagan.
Al fin y al cabo, tanto si hablamos de empresa como cuando hablamos de personas, podemos perfectamente aplicar el archiconocido refrán que dice «renovarse o morir«, puesto que tanto personas como empresas que se empeñen en continuar ancladas al pasado, dejarán de ser competitivas y relevantes en el nuevo contexto.

Innovación personal

Es habitual encontrar, cuando hablamos de innovación personal que sea confundida con el desarrollo personal. Pero no, no es lo mismo.

Es también demasiado común que cuando decimos otorgar el tiempo de reflexión que merecen nuestros sueños, objetivos y metas, lo hacemos desde la presión, el estrés, las prisas, la necesidad de inmediatez, la inseguridad, las obligaciones… Y no nos damos cuenta que todo ello distorsiona la perspectiva, nos impide ver con claridad la realidad e intuir cómo va a afectarnos o condicionar nuestro camino.

Resumiendo, muchas veces es el miedo, el miedo al fracaso el que nos impide innovar y ser capaces de encontrar soluciones diferentes, sí, y viables a la vez.

Atrévete a cuestionar lo establecido, sé curioso/a, deshazte de los prejuicios y lánzate a crear nuevas realidades, nuevas oportunidades de desarrollo, sal de la trinchera, interactúa, participa en nuevas conversaciones con gente nueva, crea y comparte valor en las nuevas redes globales, reinvéntate y redescúbrete.

 

habilidades de comunicación

La comunicación es algo inherente al ser humano. Culturas y sociedades se han construido a lo largo de miles de años a través de la comunicación y utilizándola como base.

Hoy, esto no solo no ha cambiado, sino que en este mundo globalizado se torna fundamental la comunicación. Tanto es así que podemos hablar de comunicación global, comunicación empresarial, o comunicación intrapersonal. Esta última hace referencia a la comunicación que una persona establece de manera directa con otra.

Es tan sencillo como que la comunicación es una herramienta imprescindible para la cohesión y poder transmitir ideas entre las personas; y esto ocurre a todos los niveles y escalas.

Por todo lo anterior, las habilidades de comunicación se han convertido en una de las claves en el marco empresarial y de los negocios. Y es de suma importancia trabajar, poner en práctica y mejorar de manera continua estas habilidades para desenvolverse con eficacia y efectividad en el marco laboral y empresarial. Ahora bien, ¿cómo puedes mejorar las habilidades de comunicación?

Te propongo comenzar con 10 pasos básicos:

  1. Dicen que la sonrisa es algo que cuesta menos que la electricidad y, sin embargo es capaz de dar más luz. No olvides sonreír. Transmite optimismo, felicidad y buena energía a ti mismo y a los que están a tu alrededor.
  2. Al grano. Exprésate de forma clara, directa y concisa. Evita las explicaciones complicadas, retorcidas y confusas o los argumentos que no llegan a ninguna parte.
  3. Habla en tono educado pero firme. Lo cortés no quita lo valiente.
  4. Escucha. Aprende a escuchar a los demás. Esta es una cualidad en peligro de extinción que es muy apreciada por todo el mundo y que en muchas ocasiones, por no decir todas, te permitirá contar con la información necesaria.
  5. El hábito hace al monje, dicen. Así que, practica frente al espejo. Hacer esto te ayudará a hacer frente y perder tus miedos y temores. Y, por supuesto, también te ayudará a detectar puntos de mejora y pulir tu estilo comunicativo.
  6. Inicia conversaciones puntuales con desconocidos. En el ascensor, en el banco, en una cafetería o en cualquier lugar.
  7. Evita dar rodeos. El tiempo es oro y a nadie le gusta perderlo en cosas y temas que no llevan a ninguna parte. Las personas con las que trabajas valorarán muy positivamente que valores su tiempo.
  8. No prejuzgues los argumentos ajenos. Todas las opiniones son valorables, pero antes hay que escucharlas, entenderlas… Antes de juzgar, o más bien prejuzgar, escucha, pregunta.
  9. Mejora tu expresión corporal. La expresión corporal es un lenguaje que no habla con palabras, pero dice mucho. Cuídalo y busca proyectar en los demás una imagen de seguridad, sinceridad y confianza en ti mismo.
  10. Empatía. Es la clave de una comunicación asertiva y efectiva.

líder

Así es, si quieres ser un buen líder, tienes que practicar…

Me sigue sorprendiendo que un concepto que se asimila tan fácilmente cuando hablamos de otras habilidades, al introducirlo en el liderazgo, no resulta ta fácil para muchos. Sin embargo, es así.
Si quieres tocar bien la guitarra, tienes que practicar; si quieres bailar bien, tienes que practicar; si quieres ser un buen deportista, tienes que practicar… y si quieres ser un buen líder, ¡también! 

He visto, conocido y trabajado con infinidad de jefes, responsables, mandos intermedios… deseosos de mejorar en su labor y para lograrlo leen libros sobre liderazgo, realizan un sinfín de cursos y seminarios, observan a líderes famosos o evalúan sus propios jefes…  todo eso está muy bien; pero muchos olvidan o no tienen en cuenta el realizar ejercicios que les permitan practicar para hacerlo mejor. 

Si quieres ser un líder mejor, un buen líder, ¡practica! Establece un plan que puedas llevar a cabo y te permita practicar incluso a diario… 
Un plan sencillo, pero que te obligue a salir de tu zona de confort y que incluya parte de un liderazgo que te gusta y te divierte. 

Diseña tu plan para ser mejor líder

Si quieres ser un mejor líder, necesitas un plan que te permita practicar. Pues bien, comienza por elaborar ese plan respondiendo a estas preguntas fundamentales:

  1. ¿Qué actividad que te permite expresar tus fortalezas?
  2. ¿Qué debes cambiar en tu manera de trabajar para acelerar tu impacto y la consecución de los objetivos que te has marcado?
  3. ¿Qué valor es el más importante para ti? Y, ¿qué actividad o actividades lo ponen en evidencia?
  4. ¿Cuál es la actividad que siempre te anima y motiva?

Una vez que hayas elaborado tu plan de acción, lo importante es encargarte de cumplirlo. Por ello te recomiendo que hagas partícipes de tu decisión y las medidas que vas a tomar e implementar en tu día a día laboral a amigos, familiares, colaboradores, esto te ayudará a fortalecer el compromiso contigo mismo y además los que te rodean te podrán aconsejar o hacer críticas constructivas que te ayuden.
En tu mesa o despacho, procura tener notas a modo de recordatorio, es otra forma de no olvidarte.
Incluso es buena idea llevar un control diario de tu práctica, las acciones que has llevado a cabo cada día para ser un mejor líder y una valoración personal.

Recuerda, es cuestión de práctica ;)

 

 

habilidades directivas

Los directivos de hoy deben combinar sin problemas habilidades «hard» (conocimientos técnicos y conocimientos de negocios), con habilidades «soft» (capacidad de liderazgo, negociación…).
Es precisamente del desarrollo y desempeño de estos dos tipos de actividades de lo que derivará la calidad de sus equipos y los resultados.

Ahora bien, si estas habilidades no se poseen de forma innata, ¿se pueden aprender? 

La respuesta es un rotundo . El liderazgo y las habilidades directivas, se pueden desarrollar.

Habilidades directivas

Antes de continuar, conviene hacer un inciso en qué son realmente las habilidades directivas.

Pues bien, se trata de una serie de conocimientos, destrezas y capacidades con las que deben contar los líderes de una organización para alcanzar el alto desempeño de ellos mismos, de sus equipos y, por consiguiente, de la organización.

Estas habilidades podemos diferenciarlas en dos grandes grupos:

Habilidades técnicas

Aquí hablamos de conocimiento y experiencia ante determinadas funciones o procedimientos que lleva a cabo la organización.

Habilidades de liderazgo o directivas

Y estas, a su vez, las podemos dividir en cuarteases para diferenciarlas mejor:

Liderazgo de Visión
Hablamos en este caso de todo lo que se pueda encontrar relacionado al desarrollo de un pensamiento estratégico, de la gestión de la incertidumbre, la capacidad para innovar y para gestionar los cambios.

Liderazgo Ejecutivo
El liderazgo ejecutivo hace referencia a  habilidades más operativas (la toma de decisiones, la organización, planificación, gestión del tiempo, orientación a resultados…).

Liderazgo Intrapersonal
Es fundamental ser primero líder de uno mismo para poder liderar a otros. Y aquí, la inteligencia emocional, la adaptabilidad, el autoconocimiento y el autodesarrollo juegan un papel esencial.

Liderazgo Interpersonal
La capacidad de relacionarse, la comunicación e la capacidad de influencia, la orientación al trabajo en equipo y al desarrollo de los colaboradores… Son, al fin y al cabo, destrezas clave para gestionar a las personas y lograr crear equipos de alto rendimiento.

El papel del coach

Un coach empresarial es alguien que no solo conoce a la perfección las técnicas y metodologías de su rama, el coaching, sin que se desenvuelve como pez en el agua en el mundo empresarial y los negocios, dominando también este campo, sus dinámicas y los restos.

Y su irrupción en la empresa está relacionada con facilitar y promover que los directivos se conozcan y comprendan mejor a través de una introspección guiada que puede generar un profundo cambio en la manera de verse y de liderarse a sí mismos, así como de ver y liderar a sus colaboradores.

Un proceso de coaching empresarial girará en torno a 5 pilares que potenciarán las habilidades directivas:

  1. Definición de objetivos
  2. Descubrimiento de perspectivas nuevas
  3. El planteamiento de nuevas alternativas
  4. Pasar a la acción

 

equipos de alto desempeño
Las empresas forman equipos con la intención de alcanzar sus objetivos a través de ellos. Y la idea general de cualquier empresa es que los integrantes de sus equipos estén alineados con los objetivos y metas.
La idea inicial es, o al menos debería ser contar con una comunicación fluida,  apoyo y colaboración entre todos los miembros que integran los equipos, ya sean operacionales o administrativos, propiciar un ambiente de trabajo satisfactorio donde las personas motivados para llevar adelante sus tareas.

Equipos de trabajo tradicionales y equipos de alto desempeño

Esta diferencia se hace más notable cuando una empresa crece. Es el ejemplo de las nuevas startups. Comienzan siendo proyectos con pequeños equipos que experimentan un crecimiento y se vuelven más complejas. Aparecen nuevos colaboradores, procesos, procedimientos… y eso cambios pueden llevar al desgaste. E irremediablemente el rendimiento de los miembros del equipo y la productividad se ven mermadas.
Situándonos en un ambiente de trabajo desmejorado, como el que describíamos, podemos observar, entro otros, los siguientes comportamientos:
  • Los colaboradores no se sienten identificados con los objetivos de la compañía o el proyecto.
  • Varían los roles entre los integrantes del equipo. En ocasiones se favorece la rotación de roles.
  • No existe una definición clara de las normas a seguir, ni la forma como se toman  decisiones.
  • La  motivación, el sentido de pertenencia, y el compromiso se ven afectados de manera negativa, lo cual incide de manera directa en la productividad de la organización.

Sin embargo, cuando la empresa cuenta con equipos de alto desempeño, vemos comportamientos como:

  • Están muy claros los objetivos y los componentes del equipo se sienten comprometidos con ellos.
  • Todos los miembros tienen claro su rol, se estimula el rol del líder y se fomenta el desarrollo de liderazgos alternativos.
  • Se han desarrollado pautas para la toma de decisiones y también normas a seguir ante las diferentes situaciones que s pueden presentar.
  • Las relaciones interpersonales entre los miembros del equipo son buenas y efectivas.

Un equipo de alto desempeño es un equipo compuesto por personas que comparten conocimientos, habilidades y experiencias y se comprometen con un propósito común, pero siempre marcando metas y objetivos realistas, retadores y medibles y establecen pautas para alcanzarlos.

propósitos de liderazgo

¿Quién dijo que los propósitos son cosa de enero? Yo os propongo romper tópicos y que os animéis a plantearos algunos propósitos para este nuevo año, para ponerlos en práctica y convertirlo en hábitos a lo largo del año… Y es que te aseguro que:

❝ El 31 de diciembre desearás haber empezado hoy. 

  1. Enfócate

    Pon toda tu atención en lo importante y evita cualquier tipo de distracción. Estar presente en el momento adecuado, centrado en lo importante, es una de las cualidades más importantes de un líder.

  2. Delega

    Quizá hay tareas que, aunque te puede incluso gustar realizar, te encuentras a un nivel en el que ya no deberías realizarlas. Es importante que aprendas a delegar, escoge a la persona que consideras más adecuada para realizar esas tareas, asígnaselas y asegúrate de facilitarle todo el apoyo y orientación que necesite para desempeñarla.

  3. Hazlo mejor

    Estoy seguro de que hay algo que puedes hacer mejor. Busca ese algo y ve un poco más allá, da un paso al frente, busca la manera de hacerlo mejor, busca soluciones innovadoras que te permitan mejorarlo.

  4. Busca feedback

    Ya hemos hablamos alguna vez de la importancia del feedback en el blog. Insisto en su importancia y te propongo convertir esta búsqueda en un hábito, ya que conocer la percepción, opinión y visión de los demás siempre nos puede ayudar a mejorar.

  5. Aclárate

    Hazte, de vez en cuando, un repaso a ti mismo y a tus valores de liderazgo. Siempre podemos mejorar. Y a través de esta acción, estoy seguro de que podrás detectar puntos de mejora.
    Luego, solo es cuestión de hacer una lista de esos puntos a mejorar y plantear las correcciones necesarias y cómo lo vas a hacer.

Son cinco pequeños pasos que fácilmente puedes poner en práctica, implementar en tu día a día en el trabajo… Cinco pasos que parecen pequeños pero que pueden marcar diferencias muy grandes.

Tienes, hasta final de año, más de 9 meses para comprobar las múltiples ventajas de estos cinco propósitos, ¿aceptas el reto?

gestion del cambio

Mucho se escucha hablar de innovación tecnológica desde hace algunos años. Pero no debemos olvidar que, al menos de momento y mientras robots o androides nos sustituyan, los ejecutores de la tecnología son las personas. Por lo tanto, es imprescindible para que desarrollo de cualquier organización gestionar a las personas como parte del éxito.

Cuando hablamos de innovación en el plano tecnológico, el principal problema que encontramos no es el software; son las personas. De hecho, la tecnología puede convertirse en un catalizador en las relaciones humanas, pero también puede ser un desestabilizador.
Y esto, aún son muchas las organizaciones no lo tienen en cuenta o que no le dan la importancia que merece.

Este problema yo lo afrontaría con una frase de Marshall Goldsmith: «Lo que te ha traído hasta aquí no te llevará hasta allí».

Es vital ser consciente y tener en cuenta que cuando introducimos una nueva aplicación en la empresa, o lo cambiamos las personas forman parte importante, como si de un tándem perfecto se tratara. Sin embargo, introducir una nueva aplicación sin tener esto en consideración puede dejar obsoletos a los colaboradores y, como consecuencia, afectar al proyecto frenando su avance, desarrollo y evolución o, en los peores casos, llevarlos al fracaso.

Entonces, ¿de qué depende la capacidad de la organización para adaptarse?
Pues, sobre todo, de la madurez y predisposición de la compañía para asumir cambios adaptativos.

Lo cierto es que en ocasiones la experiencia de una empresa puede actuar más de manera negativa que positiva, especialmente en aquellos casos en los que se afrontan los nuevos retos adoptando las soluciones antiguas.

El principal reto de las organizaciones ante la innovación tecnológica es hacer partícipe del proceso a directivos y colaboradores que experimentarán el cambio. Y esto, requiere de formación e información, pero también de un tiempo de adaptación en el que cabe aceptar que muy probablemente  disminuya la eficiencia y eficacia del trabajo.

¿El reto? Reducir en la medida de lo posible ese tiempo. La planificación previa, entonces, juega un papel fundamental.

organización inteligente

Crear organizaciones inteligentes es, al fin y al cabo, la finalidad, el objetivo principal del coaching empresarial. Y lo hace modificando y ofreciendo a las empresas un nuevo marco organizativo óptimo, o a veces cambiándolo, que permita desarrollar esa visión en la empresa en su día a día.

Una organización inteligente es una organización flexible, capaz de adaptarse a los cambios sociales, con una nueva visión de las personas que trabajan en la compañía, de su gestión, de cómo se relacionan… Y cuando el coaching entra en juego para que estas claves entren a formar parte de la organización, muchos son los cambios que se pueden producir en la empresa, pero hay tres fundamentales:

Cambia la cultura organizativa de la empresa

Hacer frente a los errores es fundamental; y entre ellos se encuentra, por ejemplo y entre muchos otros aspectos, la comunicación unidireccional.
Y para hacer frente a esos errores y corregir la dirección, resulta imprescindible contar en la compañía con personas entusiastas, involucradas y felices de pertenecer a la compañía.

Desarrollar espacios participativos y colaborativos que permitan a los miembros de la compañía ser conscientes de su talento y lo importante que resulta para la empresa. Esta es la clave y la filosofía; una filosofía basada en la motivación, la participación y el compromiso de los miembros del equipo.

Cambia el modelo de trabajo

Cuando el coaching aparece en una organización, una de las cosas más visibles es el cambio en el modelo de trabajo, un cambio que lleva a un mayor rendimiento, que apuesta por crear equipos capaces de autogestiones y elaborar estrategias de acción. Equipos que lejos de desmotivarse ante los errores, los ven como una oportunidad de mejora y aprendizaje.

Cambia el modelo de liderazgo

Valores como la confianza, el compromiso y la motivación son inherentes al modelo de liderazgo por el que debe apostar cualquier compañía una vez que ha pasado por un proceso de coaching. Y esos valores, el líder no solo los tendrá presentes, sino que los transmitirá a sus colaboradores.

El ambiente de trabajo pasa a convertirse en un ambiente saludable a nivel psicológico, en equilibrio, en el que el líder ofrece una ayuda constante a sus colaboradores para descubrir su potencial y que lo pueda ofrecer al proyecto o a la organización.

 

El coaching permite a las empresas mirar al futuro y poner el foco en lo importante para avanzar hacia los objetivos en un ambiente de trabajo colaborativo, participativo, entusiasta; desarrollando equipos capaces de autogestionarse.

escucha activa

Para comunicar y transmitir es mejor escuchar que hablar.

Todos sabemos de la importancia de saber escuchar. Ahora bien, ¿sabemos hacerlo?

La capacidad de escucha es una habilidad, y como tal se puede entrenar. Y es una habilidad que hoy se presenta como fundamental e imprescindible para ser un buen líder.

La escucha activa ofrecen a un buen líder las dosis necesarias de humildad, cercanía e integridad para generar la confianza que debe haber entre los miembros de su equipo.
Por otro lado, además la escucha nos permite conocer más y mejor, saber, aprender…

Existen cuatro razones fundamentales por lo que la escucha se convierte, dentro de una organización, en una actividad y valor que marca la diferencia:

Escuchar tiene un propósito

Saber lo que se quiere conseguir cuando comenzamos a hablar o iniciamos una conversación con alguien.

Escuchar requiere atención y control

Para asimilar la información que recibimos y relacionarla con el propósito del que hablaba.

Escuchar requiere enfoque e involucración total

Para desenvolvernos en la conversación es necesario cierto grado de concentración que nos permita participar y plantear las cuestiones adecuadas.

Escuchar es la primera línea del proceso de toma de decisiones

La escucha nos permite recopilar toda la información necesaria y relevante para la toma de decisiones.

¿Es posible entrenar la escucha?

Indudablemente. A continuación te expongo algunos consejos útiles para comenzar a entrenar esta habilidad:

Consejos para entrenar la escucha

  • La ley del 80/20, en este caso, también es válida y efectiva. Escucha un 80% y habla un 20%.
  • Practica en tus conversaciones el enfoque de la misma. Céntrate, pon la atención y dirige la conversación hacia el tema que se está tratando.

 

Teniendo claros los anteriores concepto y premisas, es posible mejorar nuestra capacidad de escucha para evolucionar hacia ese líder que queremos ser, con recursos y herramientas suficientes para la gestión del cambio en nuestro entorno.

En un principio requiere de práctica, pero lo cierto es que son tantas las ventajas y lo que facilita la escucha, que una vez se empieza  implementar en las conversaciones, no resulta complicado adquirirlo como hábito.

Te animo a poner los dos consejos anteriores en práctica… estoy seguro que tusconversaciones mejorarán esta práctica te ayudará lograr mejores resultados.