transformación digital

Vivimos en un contexto incierto, ambiguo, bastante complejo y volátil. Pero esta es nuestra realidad desde hace ya algún tiempo y a nadie le suena a nuevo. Sin embargo, no siempre sabemos como enfrentarnos a esta realidad y es un aspecto vital.

El camino no ha sido fácil, ni lo será. Estamos ante una situación complicada que exige que aprendamos nuevas cosas, pero también requiere que desaprendamos muchas otras.

Bajo estas circunstancias envueltas de incertidumbre, las organizaciones deben innovar para transformar estructuras, procesos, negocios y modelos de liderazgo.

Ahora bien, ¿cómo debemos afrontar la situación?, ¿cómo son as personas con las que tenemos que trabajar ese cambio? Y esta última pregunta es realmente vital, porque son esas personas el motor del cambio.

Escuchamos continuamente hablar o leemos sobre la tecnología como responsable de las situaciones que nos está tocando vivir. Y lo cierto es que no es así, el cambio no tiene tanto que ver con la tecnología, sino con cómo la tecnología está cambiando la vida de las personas. Y es que esta transformación afecta a la forma de pensar de las personas y también a los sistemas, procesos y cultura de la empresa.

Existen cauro agentes del cambio que debemos tener en cuenta para hacer frente a esta transformación:

Individual Interno

El primero es la persona desde su interior. Para que haya un cambio es necesario un cambio de consciencia.

Individual Externo

El segundo es la persona desde su exterior. Este agente hace referencia al dominio de técnicas, a la formación a las habilidades del individuo, etc.

Colectivo Interno

El tercero de los agente se refiere a la cultura de la organización: sus valores, su historia, etc.

Colectivo Externo

Y por último, el diseño organizacional. O lo que es lo mismo: rocedimientos, tecnología, procesos, políticas… de la empresa.

Mi experiencia me dice que en muchas ocasiones que se encuentran en proceso de cambio presentan un patrón de comportamiento similar, se tiende a poner casi toda la atención en la parte externa y menos en la interna. Sin embargo, es fundamental promover ese cambio desde los cuatro puntos para que pueda ser constante y profundo; y esto solo se consigue si se interioriza.

vacaciones

 

No podía dejar pasar agosto sin hablar de las vacaciones y su enorme importancia en el ámbito laboral y de cara a nuestra productividad.

Estos meses de verano albergan los fabulosos días de descanso y desconexión de muchos. Quizá la mayoría. Y aunque no lo creas, las vacaciones tienen una importancia e influyen mucho en la recuperación del nivel de atención que necesitamos el resto del año para ser eficiente en tu vida.

A estas alturas no creo que sea necesario subrayar la importancia del descanso para ser realmente productivos. Así que, me centraré en eso que considero deberías explotar en tus vacaciones: tu estado mental.

Cuando nos vamos de vacaciones nuestro estado mental cambia; nuestra mente trabaja de forma diferente, una forma un tanto especial. Comprobarás cómo tu preocupación durante tus días de vacaciones será menos por hacer y más por pensar. Y lo cierto es que este cambio de chip que probablemente ocurra sin que tú quieras, es una fantástica oportunidad que puedes aprovechar redirigir tu vida. Las condiciones especiales de un periodo vacacional ayudan a que la mente divague, y eso puede tener unos efectos muy positivos.

mi consejo y propuesta es precisamente ese, que aproveches tus reflexiones y tus viajes hacia el interior de ti mismo para orientar tu futuro. No dejes escapar todos esos pensamientos, reten cuando terminen tus vacaciones, manténlos.
Captura todas las ideas que te vengan a la mente durante estos días. Serán ideas y proyectos más grandes que no estarán ahogados por las pequeñas tareas y obligaciones diarias, serán cosas importantes, puede que incluso sean ideas locas… Pero merecerá la pena capturarlas, porque esas cosas solo vienen a tu cabeza en vacaciones y después, si no las retienes, desaparecen. ¡No las dejes escapar!

Para retener todas esas ideas la forma más efectiva es anotarlas. Llévate una libreta o pequeño diario o descárgate alguna app si eres más tecnológico y anota ahí todo lo que se te pasa por la cabeza.
Eso sí, durante tus días de descanso, solo captura las ideas. No proceses, no organices, no hagas nada con ello. Es momento solo de recoger lo que pasa por tu mente. Y a la vuelta será el momento de ponerle orden, planificar y tomar acción.

¡Felices vacaciones!

 

 

 

toma de decisiones

El profesor de marketing Michael Platt trabaja incesantemente para conocer por qué las personas toman las decisiones que toman y qué aspectos influyen en estas decisiones. Cuanto más se pueda saber, averiguar y conocer acerca de ello, mayores ventajas para las empresas de cara a los consumidores.

El profesor Patt ha puesto en marcha un estudio que busca conocer la toma de desiciones desde diferentes contextos: riesgo, incertidumbre, situaciones complicadas, etc.
Las conclusiones sobre este estudio son, cuando menos, sorprendentes y realmente interesantes…

Una de esas conclusiones es que las personas y los animales tendemos a tomar decisiones parecidas en situaciones y contextos similares. Curioso, cuando menos. Esto, según los expertos se debe a que nuestro cerebro y el de los animales utiliza un conjunto de mecanismos similares al tomar decisiones.

Así, las decisiones en situaciones más complejas están impulsadas por fuerzas que han ido evolucionando y que tuvieron sus inicios en situaciones como resolver la búsqueda de alimentos o de aliadas, por ejemplo.

Las personas que tenemos a nuestro alrededor intervienen influenciando nuestra toma de decisiones. Y esto, ocurre también en el caso de los animales. Y también en ambos caso depende de quiénes son esos individuos o animales, qué importancia tienen para nosotros y si permiten aprender de su comportamiento.

Además, se ha identificado un conjunto de células en el cerebro que reaccionan cuando a una persona le surge el sentimiento de recompensa. Este descubrimiento es realmente interesante, ya que permite activar esta células en pro de comportamientos sociales; por ejemplo, ante donaciones.

Las investigaciones continúan en busca de mecanismos de nuestro cerebro que responden a  contextos sociales, analizando los procesos que permiten aprender de la experiencia de otros.

El objetivo principal de esta investigación es utilizar la información recabada para guiar nuestras decisiones y descubrir cómo podríamos utilizarla para actuar o comportaros de manera estratégica.

millenials

Seguramente has escuchado hablar de la generación millenial, también llamada generación Y. Se trata de los jóvenes que han nacido entre 1981 y 1995 y que han vivido el cambio de milenio. Pero, ¿qué tiene de especial o interesante esta generación? Pues, para empezar, son la futura generación de consumidores y de trabajadores y las expectativas para esta generación distan mucho de las de otras generaciones…

Para atraerlos, retener su talento y gestionarlo de la manera correcta, se torna fundamental tener en cuenta sus prioridades a la hora de buscar un empleo.

¿Qué esperan estos jóvenes de un empleo?, ¿Qué les incita a quedarse?
Existe una idea generalizada de que los millennials tienden al cambio de empleo. Sin embargo no es del todo cierto, esta generación también siente la necesidad de lograr cierta seguridad en el trabajo. Sin embargo, esa tendencia al cambio está motivada por el momento económico y laboral que atravesamos desde hace años, presente desde el inicio de sus carreras y que les ha permitido desarrollar una de las principales características: no tienen miedo al cambio. Pero, por lo general, una vez que se sienten satisfechos, a la mayoría de los millennials, sí les gustaría una estabilidad.

También se tiende a creer que esta generación no da excesiva importancia a la retribución económica. Sin embargo, no es del todo cierto. Lo que ocurre es que también otorgan importancia a otros aspectos como el tiempo libre, la flexibilidad o el desarrollo profesional. De hecho, es casi requisito fundamental que tiene que brindarles la empresa el respeto por su tiempo libre y cierta flexibilidad laboral.

Cómo puede tu organización atraer a la generación millennial

Teniendo en cuenta las prioridades anteriores, es importante cumplir con las expectativas salariales y respetar las vacaciones y el tiempo libre; además de ofrecer cierta flexibilidad en el trabajo y contribuir a su desarrollo profesional.

 

coaching-empresarial

El post de esta semana quiero dedicarlo a hablar y tratar de aportar algo en claro sobre lo que es el coaching empresarial, el coaching directivo o el coaching ejecutivo del que escuchamos hablar y leemos tanto en los últimos tiempos.

El coaching empresarial es y me gusta definirlo como una oportunidad para reflexionar sobre todas las dimensiones del trabajo del emprendedor, empresario o directivo. Y, esa reflexión facilita la toma de decisiones en el ámbito laboral, mejora las competencias del profesional y optimiza también la gestión de los equipos, así como el funcionamiento de la propia organización.

El coaching aporta la metodología necesaria para mantener un equilibrio en todas las áreas a través de la toma de conciencia y el fomento de la responsabilidad individual.

Y, lo que para muchos es desconocido y puede resultar incluso sorprendente es que las soluciones formuladas a lo largo del proceso de coaching no provienen del coach. El coach solo plantea preguntas que precisan de respuestas pero que muchas veces se pasan por alto o son ignoradas.

El coaching a nivel empresarial o directivo es una magnífica oportunidad para plantear nuevas visiones, mirar desde otra perspectiva y descubrir nuevas soluciones.

Para quién es útil el coaching empresarial

El coaching empresarial es útil sobre todo para personas que dirigen una organización y para los que lideran equipos o son responsables de algún área o departamento. Es especialmente útil para profesionales que son importantes para el desarrollo del buen funcionamiento de la empresa: empresarios, emprendedores, directivos, ejecutivos, responsables de área o departamento, etc.

El coaching es una oportunidad ideal para profesionales con este perfil. Sin embargo, este no es el único criterio, ni mucho menos el más importante; un proceso de coaching será útil sobre todo para aquellos que estén dispuestos a emprender un proceso de coaching.

El coaching permite mejorar y potenciar la capacidad profesional a través de:

  • Una mayor claridad en los objetivos planteados.
  • Una mejor comunicación interna.
  • Un mayor entusiasmo y motivación en el trabajo.
  • Fortaleciendo en directivos y miembros del equipo la confianza en sus propias capacidades.
  • Potenciando el interés en el uso de herramientas y sistemas adecuados.

actitud

A mal tiempo buena cara, o eso de ver el vaso medio lleno o medio vacío con clásicos que escuchamos  decimos muy a menudo.

Hoy quiero hablaros de la actitud y de cómo afecta a la productividad. Pero desde otro ángulo. Encontramos con mucha facilidad las ventajas del optimismo, pero no es muy frecuente escuchar hablar sobre las ventajas del pesimismo; lo cierto es que no es un rasgo de la personalidad que se valore. Sin embargo, aunque pueda parecer políticamente incorrecto o, al menos, sorprendente, hay estudios que demuestran que ambos tipos de mentalidad, optimista y pesimista, pueden ser favorables cuando hablamos de productividad.

Teniendo lo anterior en cuenta, cómo de positivo o negativo debes ser para alcanzar tu productividad óptima, he ahí el kid de la cuestión.

“Optimismo estratégico” VS “pesimismo defensivo”

Para el desarrollo de su obra, las autoras del libro El Poder Positivo del Pensamiento Negativo, realizaron un estudio que consistía en el análisis de dos grupos de personas: optimistas estratégicos y pesimistas defensivos.
Los primeros se caracterizan por anticipar resultados positivos y buscar las vías que puedan garantizarlos. Mientras que los pesimistas defensivos consideran todas las posibilidades de lo que podría salir mal antes de sumergirse en un proyecto.

Por lo general, la mayor parte de las personas tendemos a pensar que son los optimistas estratégicos los que mejores resultados obtienen. Sin embargo, este estudio ha concluido que los pesimistas defensivos no tienen un rendimiento menor. Sí establecieron expectativas algo menores o más bajas que los optimistas, especialmente en tareas específicas, por ejemplo las creativas o las analíticas.

Puede parecer negativo el bajar las expectativas. Pero no lo es tanto. Y es que, precisamente el mantener expectativas más bajas y cercanas, provocó una mayor motivación y esfuerzo en las personas que participaron en este estudio. Sorprendentemente, el pensamiento negativo transformó la ansiedad en acción.

perder foco

En varias ocasiones hemos hablado ya de la importancia de mantener el foco en el objetivo. Y lo cierto es que hoy, quiero abordar de nuevo el tema; esta vez centrándolo en los factores que hacen que nos alejemos de esos objetivos.

Pregúntate por qué y para qué haces las cosas

Tener la curiosidad despierta y preguntarnos por qué y para qué hacemos las cosas y, sobre todo, si lo que estamos haciendo nos acerca a nuestro objetivo, es clave. Y en este caso, cuando hablo de objetivos, puede ser desde algo muy simple como realizar una llamada telefónica, o algo más complejo como crear tu propia empresa.

Las distracciones son prácticamente incontables, ya que no solo se trata de las que tenemos a nuestro alrededor (teléfono, emails, etc.), sino también de las muchas que pueden aparecer en nuestra mente.
El ajetreo, la velocidad a la que gira el día a día, las múltiples tareas por hacer, nos complican sobremanera parar por un segundo y ser conscientes de las motivaciones (si existen) que nos llevan a realizar cada cosa.

Si te paras a pensar, seguramente hay un montón de cosas que haces en tu vida siempre de la misma manera y sin cuestionarte para qué las haces. A mí también me pasa. Y considero que estas cosas que realizamos sin cuestionarnos nada son nuestros peores enemigos, ya que se suele tratar de rutinas que no solamente no nos acercan a nuestro objetivo sino que nos alejan de él.
Todo eso que realizamos casi de manera automática nos roba tiempo, esfuerzos y energías que podríamos emplear en otras cosas, en otras tareas que sí nos ayudaran a avanzar hacia ese objetivo. Además, se trata de rutinas que no nos aportan un aprendizaje que podamos rescatar, ni siquiera, por lo general, cambios que generen nuevas oportunidades que podamos identificar y aprovechar.

Evita la multitarea

La necesidad o el afán por llegar a todo a tiempo nos empuja a realizar varias tareas a la vez. Queremos avanzar en todas las tareas pendientes y lo que logramos es precisamente no estar centrados en ninguna.

Está demostrado que el cerebro humanos es incapaz de realizar varias tareas a la vez. Lo que ocurre es que somos capaces de cambiar tan rápido de una a otra que tenemos la sensación de estar haciendo varias cosas al mismo tiempo. Esto nos suele provocar una falsa sensación de productividad, pero lo cierto es que lo que conseguimos es no mantener perder el foco.

Evita preocupaciones innecesarias y estrés

Las preocupaciones, los agobios y el estrés son otro de los grandes lastres que cargamos, a veces sin darnos cuenta de que nos alejan de nuestro objetivo.

Quizá esto es lo más complicado de apartar o de evitar. Pero realmente es necesario buscar la manera o un método personal y efectivo de evitar o al menos minimizar tanto estrés y preocupación, de lo contrario ese lastre nos impedirá avanzar.

Céntrate en el objetivo

Y esto es, probablemente, lo más importante: el propio objetivo.

Cuanto más te ilusione, te motive y te emocione ese objetivo, te aseguro que más pequeños se harán las piedras en el camino y más y mejor lograrás mantener el foco.

Te invito a realizarte estas preguntas que te ayudarán no solo a reflexionar, sino también a mantener el foco:

  1. ¿Es este realmente el objetivo que quiero alcanzar?
  2. ¿Realmente me motiva, me reta, me emociona?
  3. ¿Estoy realizando varias tareas al mismo tiempo?
  4. ¿Puedo posponer alguna de esas tareas?
  5. ¿Qué tan productivas o improductivas son mis tareas diarias?
  6. Esas tareas que son algo improductivas, ¿puedo cambiarlas o modificarlas para que me acerquen a mi objetivo?
  7. ¿Tengo alguna inquietud, preocupación o necesito solucionar algo que me genera estrés?
  8. ¿Podría realizar alguna actividad que me ayude a liberar ese estrés?

do-it-now

¿Cuántas veces te has marcado un objetivo y lo has abandonado al primer obstáculo?
Postergar es un hábito. Y si lo tienes, para alcanzar el éxito necesitas deshacerte de él.

A continuación trataré, en  5 pasos, cómo dejar de postergar y posponer para mañana lo que puedes hacer hoy y así lograr mejores resultados con menos esfuerzos y una mayor satisfacción.

Deshazte del perfeccionismo

Postergar es un habito, como decía, y también una conducta. Y toda conducta tiene una finalidad positiva, aunque las consecuencias no lo sean tanto.
En el e caso de la postergación, se trata de una forma negativa de protegernos de miedo, habitualmente del miedo a fracasar.
También la postergación puede denotar la búsqueda de la perfección. Y esto puede parecer positivo, pero no lo es tanto, porque lo que significa es que necesitamos hacer las cosas perfectas o de lo contrario no las hacemos.

No puedes hace las cosas perfectas, pero puedes hacerlas de una forma bastante buena. Pues ¡adelante! Además, repetirlas una y otra vez contribuirá a mejorar.

Sustituye tu idea de fracaso por entrenamiento

El fracaso no dejare ser una interpretación que hacemos. Si fracasas y decides interpretarlo como un proceso de entrenamiento, podrás sacar la lección, el aprendizaje y la experiencia para redefinir tus acciones en el siguiente intento.

No tienes que alcanzar tu objetivo a la primera. Un buen ejemplo son los atletas; cuando los ves es un campeonato, brillando y ganando, lo que realmente estás viendo es solo la punta del iceberg, tras todo ello hay muchas caídas, momentos bajos, lesiones, esfuerzo, mucho trabajo, disciplina…

Define lo que quieres

Si no sabes adónde quieres ir, difícilmente llegarás…

La postergación, a veces hace acto de presencia en nuestras vidas y la adoptamos porque no contamos con una visión clara y definida de lo que queremos y cómo lo haremos.

Tus objetivos deben ser claros y específicos. ¡Defínelos!

No es lo mismo el ser que el hacer. Y debes saberlo

La conducta no es la persona. Y es importante que sepas y tengas siempre presente que no es lo mismo fracasar que ser un fracasado. Fracasar es el hacer. Y ser un fracasado hace referencia al ser.

Y aquí también entra en juego, a veces la postergación. Y es que a veces postergamos porque tenemos la creencia de que si no podemos hacerlo o no lo hacemos como esperamos seremos unos fracasados. Craso error. Si las cosas no salen como nos hubiera gustado, será una experiencia, no una verdad irrefutable de lo que somos.

Maneja el tiempo de manera efectiva

Cuando te enfrentes a la lista de cosas por hacer, comienza por lo difícil. Hazlo inmediatamente.

Puede que aparezcan excusas. Identifícalas. Identifica en qué áreas de t vida postergas más y por qué lo haces… Y cuando hayas llegado a la raíz, dale la vuelta a todas esas excusas buscando una motivación que te mueva.

metas

Cualquier proceso de coaching trabaja las metas. Y, establecer metas y acompañadas de un plan de acción y fijar límite temporal es, sin ninguna duda, lo que permite alcanzar los sueños.

El éxito de una persona depende de lo claro que tiene lo que quiere, cómo y cuándo lo va a conseguir. Y de que se haga las preguntas correctas en le momento adecuado:

¿Qué quieres?

Puede parecer una pregunta obvia, pero lo cierto es que la mayoría de la gente no sabe exactamente lo que quiere… Muy pocos son los que se sientan con papel y boli en mano a plasmar lo que realmente quieren.

Es habitual tener un idea, pero no tanto que esa idea esté escrita y especificada con palabras concretas. De esta manera es difícil poner el foco en lo que se quiere lograr.

¿Cómo lo puedes lograr?

Si ya has escrito tu meta, la siguiente pregunta es: ¿cómo?

Es un factor fundamental y determinante tener claro cómo lo vas a lograr, por lo que necesitarás elaborar un plan de acción.

Si tu objetivo es grande, márcate metas más pequeñas que puedas ir alcanzando a corto y medio paso y te permitan acercarte al objetivo final.

 

¿En cuánto tiempo lo lograrás?

Si has logrado responder las dos primeras preguntas, es hora de poner fecha límite estimada para alcanzar tu meta. ¿Cuánto tiempo tardarás en lograrlo?

Fijar fecha ayudará a tu cerebro a centrarse en alcanzar lo que te has propuesto…

 

Te recomiendo siempre dejar todo escrito: lo que quieres, el plan de acción y la fecha que te has marcado. Lee cada día tu objetivo, dedica unos minutos de tu día a leer y recordar esa meta y, a poder ser visualízala.

Procura no irte un solo día a la cama sin haberte preguntado antes qué puedes hacer hoy para dar un paso más en dirección a tu objetivo. Sé firme, asegúrate de automotivarte cada día y aprende todo lo que puedas para alcanzar esa meta, de manera que cuando si se presenta alguna oportunidad estés preparad@ para identificarla y aprovecharla.

 

 

éxito

Siento decirte que no, el triunfo y el éxito, no son gratis.

Especialmente ahora, que vivimos hiperconectados, podemos acceder a un sinfín de informaciones y contenidos que nos invitan a iniciar nuestro camino al éxito. Hasta aquí de acuerdo. Ahora bien, me sigue impactando como muchos «profesionales» siguen hablando del éxito como si se tratara de una simple cuestión de optimismo.

Podemos comparar el éxito con un gran iceberg. Lo que vemos sobre la superficie no es más que un pequeño porcentaje de la totalidad. Bajo lo que vemos, existe una gran masa compuesta de sacrificios, decepciones, disciplina, dedicación, esfuerzo, perseverancia, aprendizaje, errores

El coaching, te ayuda a definir tus metas y a crear una hoja de ruta que te permita, poco a poco, recorrer el camino que te separa de ellas hasta alcanzarlas. Pero no lo harás por arte de magia, así que parte del proceso implica que tomes conciencia sobre el esfuerzo que exige iniciar el camino hacia tus objetivos y de las herramientas que vas a necesitar para poder recorrerlo y finalmente cruzar cada una de las metas que te has marcado.

Esfuerzo, dedicación, autodisciplina y mucha energía son los ingredientes principales para la receta del triunfo. Muchos, ponen freno el entender que todo lo que hay que invertir, quizá, no les compensa. Demasiado energías para recompensas no inmediatas. Quizá. Es una decisión legítima. Y es que esto funciona así, uno no puede acercarse a sus rosas sin riesgo de pincharse con sus espinas.
Cada uno decide si sus rosas merecen tanto la pena como para soportar alguna que otra herida.

Continuamente recibimos mensajes que nos incitan a creer lo contrario. Hoy, estamos rodeados de mensajes publicitarios que nos invitan, a través de productos y/o servicios a «lograrlo sin esfuerzos»; «pagar sin darnos cuenta», etc.
Es un lenguaje atractivo, pero irreal, idealizado, incierto.

Para evitar abandonar en el primer intento, resulta fundamental esa toma de conciencia. y una profunda reflexión que responda a algunas preguntas importantes y muy relevantes. Pregúntate, ¿qué quieres lograr?; ¿realmente merece el esfuerzo que tendrás que hacer?; ¿realmente, hasta dónde estás dispuest@ a comprometerte para alcanzar tus metas?; plantéate la posibilidad de no lograrlo, ¿qué pasaría? Y, sobre todo, responde a esta pregunta, ¿cómo y en qué cambiaría tu vida si logras tus objetivos?