El mundo empresarial ha evolucionado y sigue haciéndolo a un ritmo vertiginoso… Comenzando por la parte tecnológica, también la internacionalización, los recursos humanos, etc. 

Quizá estamos en un punto en el que muchos comienzan a ver la luz al final de este túnel llamado crisis. Y lo importante ahora es saber apreciar las oportunidades que se pueden extraer de la reflexión y el aprendizaje de la experiencia para evitar repetir aquello que no ha dado buenos frutos.

Las organizaciones que han logrado sobrevivir no tienen más opción que hacer balance y tomar nota de lo ocurrido a lo largo de este período complicado. Y cada vez son más las empresas que se plantean una mayor flexibilidad a la hora de afrontar todo tipo de situaciones, tanto favorables como complicadas. Lo que implica flexibilidad en la estructura de la compañía adaptada a las circunstancias, modificándola según los proyectos y necesidades puntuales.

Ante este panorama, aquel sueño de muchos de un trabajo fijo para toda la vida es cada vez más un vago recuerdo… De hecho, basta con echar un vistazo alrededor y ver cómo cada vez menos tienen cabida el concepto de trabajador por cuenta ajena… y cada vez adquieren más presencia y fuerza los profesionales independientes, autónomos, emprendedores.

Esta evolución que exige adaptación y afecta a todos los sectores, es fácil entender que eso del espíritu emprendedor que algunos han querido calificar de moda pasajera, es algo que nos afecta y compete a todos. Y es que, con las organizaciones enfocadas ya en la flexibilidad de la que hablaba antes y dispuesta a colaborar con los profesionales en función de los proyectos que van surgiendo, cuidar nuestra marca personal pasa también a convertirse en clave.

Es por todo ello que lo que vemos, leemos y escuchamos habitualmente sobre emprendimiento y desarrollo profesional, nos afecta y compete a todos, ya que esta evolución no empuja a constituir nuestra propia empresa. Incluso para aquellos que apuesten por un puesto fijo, deberán competir con otros profesionales, por lo que debemos establecer un plan, elaborar nuestras propias estrategias para destacar, diferenciarnos y estar un paso por delante de la competencia.

La teoría de juegos es una rama de la economía que estudia las decisiones en las que para que un individuo tenga éxito tiene que tener en cuenta las decisiones tomadas por el resto de los agentes que intervienen en la situación. Resulta tan interesante que merece todo un post dedicado a ello… Pero en este caso, de lo que me gustaría hablar del aprendizaje (a nivel empresarial) que podemos sacar de una de las series de televisión considerada por muchos de las mejores de los últimos tiempos, Breaking Bad.

Para los que no han visto la serie, este es un breve resumen del argumento:

La serie narra la historia de Walter White, un profesor de química con problemas económicos a quien le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable. Para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia comienza a cocinar y vender metanfetamina, junto con Jesse Pinkman, un antiguo alumno suyo.

Ante el fracaso: persistir

Los seguidores de la serie saben bien que Heisenberg, a pesar que a lo largo del desarrollo de la historia no para de acumular problemas y fracasos, no desiste. Mantiene el foco en su objetivo, que no es otro que una cifra de dinero que debe ganar, a como dé lugar.

La importancia de contar con un plan definido y lo más exacto posible

Decía antes que el objetivo de Heisenberg era ganar una cifra. Y es una cifra muy concreta, sabe exactamente lo que quiere ganar. Esto es algo que muchas veces no existe en muchas organizaciones o profesionales, no definen una cifra exacta en los objetivos. Craso error.
Una de las grandes lecciones que nos da la serie es esta, la importancia de tener un plan financiero bien trazado. Heisenberg tenía muy claro que quería conseguir 700.000 euros, se había marcado un tiempo exacto para conseguirlo y sabía cómo los iba a conseguir.

No temer a los cambios

Apostar por un nuevo proyecto, crear una empresa o cambiar de trabajo, aunque hayas recorrido un camino importante en tu carrera, puede puede suponer un gran avance a nivel profesional o para la organización. El secreto radica en saber y decidir aprovechar las oportunidades, así como tus nuevas y viejas habilidades.

Ya ves, una simple serie de televisión que a priori puede parecer solo herramienta para el ocio, si sabemos ver un poco más allá del entretenimiento, también nos puede servir de aprendizaje y enseñar algunos consejos muy útiles para los negocios y la vida en general.

Tú, ¿qué opinas?

Si miramos a nuestro alrededor, son muchas las cosas que podríamos hacer… Sin embargo, para llegar al éxito es fundamental enfocar la energía en algo relevante, que nos permita sacar el máximo partido a nuestro tiempo, que nos llene y nos permita crecer.

Muchas personas han llegado a lo que consideraban éxito, y una vez allí entendieron que realmente estaban peor que antes.

Me encuentro habitualmente con muchísimos profesionales y empresas que caminan en círculo, manteniéndose siempre en el mismo punto, sin avanzar, sin obtener grandes resultados. Y en muchos casos es común la dispersión el error común.

Cuando una organización no sabe enfocar sus fuerzas y las dispersa, acaba realizando un trabajo mediocre. Quizá suena duro, pero es así. Y lo mismo ocurre a los profesionales a nivel individual. Al final, todo se reduce a nuestra propia capacidad de síntesis, a nuestra capacidad y convencimiento por mantener el camino y rumbo adecuados.

El enfoque de la energía se ha convertido en un tema estratégico en las organizaciones. Un ejemplo muy simple y a la vez habitual es el tema de la externalización. Muchas son las compañías que, en lugar de externalizar parte del negocio que no aportan valor, deciden ir delante con los recursos propios; y casi siempre acaba como un ejercicio en el que se desperdicia energía y lleva a la empresa a perder su know-how.

La sociedad nos exige excelencia. Y la especialización es clave para poder alcanzar esa excelencia.

Es por todo lo anterior que considero que enfocar la energía de la manera adecuada requiere de saber decir NO a muchas cosas, a proyectos o propuestas que no suman, que no aportan valor. El SÍ no solo es más fácil de decir, sino que tiene mucha mejor fama. Sin embargo, es el saber enfocar tu energía y tu capacidad de no dispersarte lo que te permitirá avanzar hacia la meta.

¿Has encontrado ya el camino o sigues vagando sin rumbo? ¿Tienes claro adónde quieres llegar? El mundo y el éxito te están esperando, ¿dónde piensas poner tu energía?

Las conversaciones no consisten simplemente en hablar. Hemos crecido pensando que es así, pero lo cierto es que esta creencia es un error. Los avances de la ciencia y múltiples estudios han demostrado que hablar va mucho más allá de compartir información…

Las conversaciones son algo dinámico e interactivo e incluso inclusivo que generan cierto poder o impacto al relacionarnos, lo que permite modificar o moldear, de forma colaborativa, lo que ocurre, la realidad. Nos facilitan, sin duda, que experimentemos cómo ven los demás y cómo vemos nosotros la realidad.
Y las palabras son precisamente el medio que nos permite percibir y procesar todas esas percepciones de la realidad y también compartirlas con otras personas.

Lo hemos comentado en otros artículos, el poder de las palabras y la importancia de las conversaciones es enorme para la productividad de la empresa. Y esto, es algo de lo que no debe hacer caso omiso ningún líder.

Por recurrir a algún ejemplo para que veáis el alcance que pueden tener las palabras, algo tan simple y habitual como «no sabes hacerlo» puede provocar provocar un impacto con consecuencias realmente graves. Y es que se tarda solo unos segundo en pronunciar una frase como esta, pero sus nocivos efectos pueden ejercer presión sobre la persona mucho tiempo.

El poder de la inteligencia conversacional

Precisamente por el enorme poder que poseen las palabras, es muy importante que aprendamos a desarrollar nuestra inteligencia conversacional. Ya que es precisamente a través de las palabras y las conversaciones que entablamos que definimos la manera en la que conectamos y transformamos el mundo, la realidad con los demás.

La inteligencia conversacional se ve directamente afectada por nuestra cultura; ello va a marcar la calidad de nuestras conversaciones y, como consecuencia, la calidad de nuestras relaciones.

¿Qué nos va a aportar la inteligencia conversacional?

• Comunicar, transmitir, expresar nuestros pensamientos y sentimientos a los demás de forma que contribuya a fortalecer nuestras relaciones.
• La inteligencia conversacional también influye en la manera en la que interpretamos la realidad. Si entendemos y somos conscientes de que las conversaciones ejercen cierta influencia podemos saber cómo lo estamos haciendo y, por ende, podremos determinar de forma más exacta cómo interpretamos la realidad.

La inteligencia conversacional en las organizaciones

Todo esto extrapolado a la organización, es fundamental, esencial. La inteligencia conversacional permite a la empresa saber las necesidades que debe satisfacer y por qué y, sobre todo, guiar a los profesionales en la idea de cómo deben contribuir a alcanzar los objetivos de la comapñía.

Existen tres tipos de conversaciones, o tres niveles de conversación que debemos distinguir:

1. Transacciones
   Se trata de aquellas conversaciones que, como la propia palabra indica, nos permiten realizar algún tipo de transacción, compartir informaciones.
2. Posiciones
   Hablamos aquí de conversaciones en las que manifestamos abiertamente nuestra posición. Es más incluso pretendemos influir de alguna manera en os demás para que la entiendan nuestro punto de vista o para que lo acepten.
3. Transformacional
   Con este tipo de conversaciones nos comunicamos con otraspersonas para moldear la realidad de manera colaborativa.
   Dicen los expertos en neurociencia que este tipo o nivel de conversación tiene lugar cuando sentimos que podemos confiar en los demás. Y por el contrario, no se produce cuando sentimos desconfianza o miedo.

Conocer estos tipos o niveles de conversaciones es fundamental a nivel personal y empresarial para poder alcanzar el éxito. Es más, no solo es preciso conocerlos, sino saber activarlos. Porque sí, la inteligencia conversacional es algo que se adquiere, que se desarrolla, que se cultiva y trabaja.

Es habitual ver a los jefes reclamando reconocimiento a su trabajo y esfuerzo y pregonando que ellos sí lo hacen con sus colaboradores. Sin embargo, ¿qué diría su equipo? Apuesto a que en muchos casos exactamente lo mismo.

La clave quizá está en el feedback. O más bien en cómo lo solemos usar.

Es muy habitual una comunicación jefe-equipo basada en dar instrucciones primero y un feedback después. Y es precisamente este el momento más importante, ya que dependiendo de cómo se plantee, la motivación de todo el equipo puede ir in crescendo o todo lo contrario.

En el feedback esta, como decía la clave. Es el feedback el que puede permitir mantener en niveles altos de manera constante la motivación d los colaboradores; el feedback es lo que permite que no decaiga la ilusión, las ambiciones, etc.
Un feedback constructivo aumentará todo lo anterior. Sin embargo, existen dos tipos de feedback que hacen justo lo contrario: el que directamente no se plantea y el que se lanza de manera destructiva.

El feedback es fundamental cuando hablamos de gestionar personas…

TIPOS DE FEEDBACK

Hay 7 tipos de feedback agrupados en tres grupos:

Feedback destructivo

Este tipo de feedback lo podemos dividir en dos grupos:

• El que se basa en el error en la persona
  «Eres torpe», «no eres lo suficientemente hábil», etc. Obviamente estamos, al oírlo, en un entorno tóxico.
• El error que se basa en lo que hace o cómo lo hace la persona
  «Este trabajo no es válido», «de esa manera no vas a lograr nada», etc. La diferencia con el anterior es que no se ataca directamente a la persona, pero sí, como decía, a lo que hace o cómo lo hace, a su desempeño.

Feedback neutro

Pero neutro no siempre significa positivo. De hecho, este tipo de feedback puede ser positivo, silencioso e incluso negativo. Os pongo algunos ejemplos:

• Positivo: «Buen trabajo», «Has mejorado notablemente», «Sigue así», etc.
• Silencioso: sencillamente no ha explicación, opinión, valoración…
• Negativo: «Esto no me sirve», «no está bien hecho», etc.

Feedback Desarrollador

Este es el que realmente, en el ámbito profesional del que hablamos resulta realmente positivo, constructivo y útil.

Un feedback desarrollador hace referencia a un feedback que se basa en hechos, que resulta breve, directo, sin ningún tipo de acritud ni reproche, siempre con la intención de aportar, sumar, corregir.

Especialmente cuando este feedback va enfocado a corregir, se le suele temer. Sin embargo es, como decía el más útil, necesario y constructivo cuando hablamos de proyectos.